Se dice de
él que nació en la Isla de Samos en 582 antes de Cristo, estudiando,
posteriormente, en la escuela de Mileto. Conocido por todos los estudiantes que
han tenido que empollar matemáticas, fue un personaje que, aparte de ser un
notable matemático, ejerció de filósofo y místico religioso griego
Pitágoras a
los 18 años participó en los Juegos Olímpicos y ganó todas las competiciones de
pugilato.
durante veinte años
Y doce en Babilonia,
donde adquirió los extraordinarios
conocimientos de los escribas y magos babilonios,
regresando 40 años después a
Samos que no tardó en abandonar porque el rey Policrato era un tirano fijando
su residencia en Crotona, donde fundó su escuela.
En dicha
escuela se admitía personas de ambos, no obstante, todos sus miembros, se
regían por normas muy estrictas: vivir castamente, seguir una dieta rigurosa y
mantener una actitud contenida y sosegada. Se prohibía la risa y debían
cultivar el hábito de la autocrítica. Los alumnos estaban divididos en dos
grupos, los externos y los internos.
Pitágoras
pensaba que la Tierra era una esfera en el centro del universo. Para él, el Sol, la Luna y los planetas
presentaban órbitas propias. Esta teoría permitió llegar la conclusión de que
estas estrellas no se encuentran a la misma distancia como las estrellas, pero
todo lo que se encuentra en una capa esférica más
En el
aspecto religioso, el pitagorismo se incorporó, fundamentalmente, a la creencia
en la inmortalidad del alma, cuya purificación ocurrir a través de sucesivas
reencarnaciones en los cuerpos vivos, hasta que llegó a ser capaces de
liberarse de las conchas mortales confundir con el espíritu divino.
Pitágoras y
los pitagóricos fueron los primeros en establecer la demostración sobre la base
de un razonamiento deductivo. A ellos se debe también la palabra Matemática que
para ellos significaba "ciencia por excelencia".
¿Qué había
que hacer para pertenecer a la escuela pitagórica? Para pertenecer a la escuela pitagórica, los
aspirantes durante cinco años no tenían otro acceso a sus enseñanzas más que a
través del oído (no veían a Pitágoras, pero lo oían). Se casó con una
discípula, Teano, que es la primera mujer matemática.
Pero la más
sorprendente de todas (estamos en la antigua Grecia) era la que establecía la
igualdad entre hombres y mujeres dentro de la orden pitagórica.
De él se
creía que oía voces sobrenaturales, podía encantar a los animales y obrar
milagros. Entre la jerga de filósofos se llegó a especular con su estado mental
hasta el punto de ser considerado un loco.
Pitágoras era
vegetariano, pero existía un vegetal que no podía ingerir ir, no porque no
quisiera. Parece ser que, según él, que esto se debía a sus creencias de que,
si se enterraba una alubia durante 40 días y se la cubría con estiércol,
adoptaría forma humana.
Por tanto,
comerlas era prácticamente canibalismo, porque eran aptas para alojar un alma
entre encarnación y encarnación. Claro que Cicerón opinaba que Pitágoras y los
pitagóricos no comían alubias simplemente porque producían molestos gases.
17- Aparte
de abstenerse de las alubias, los pitagóricos tenían algunas extrañas normas, como,
por ejemplo:
No recoger
lo que se ha caído
No tocar un
gallo blanco
No partir el
pan
No pasar
sobre un travesaño
No remover
la lumbre con hierro
No comer de
una hogaza de pan entera
No coger una
guirnalda
No comer
corazón
No dejar que
las golondrinas aniden en el tejado de la propia casa
Cuando el
puchero se quita de la lumbre, no dejar su marca en la ceniza.
No mirar un
espejo al lado de una luz
Al
levantarse de la cama, enrollar las sábanas y hacer desaparecer la huella del
cuerpo.
Existen
varias versiones de la forma en la cual hubiese fallecido, aunque citaremos dos
de ellas
1- Pitágoras
llevó hasta tal extremo su convicción que, según la leyenda, cuando sus
enemigos prendieron fuego a su casa y lo obligaron a huir, se detuvo al llegar
ante un campo de judías y declaró que prefería morir antes que tocarlas. Aquel
fue su fin.
2 Cuenta la
historia que, en determinado momento, los habitantes de Crotona se dieron
cuenta de que todas las magistraturas estaban ocupadas por pitagóricos y que
éstos estaban casi convirtiendo la ciudad en aquello en que Pitágoras había
convertido su academia, una especie de prisión. Entonces, dispuestos a
modificar esta situación, rodearon la academia.
Pitágoras
huyó, a mitad de la noche y en ropa interior, pero acabó por ser alcanzado y
muerto por la población en furia.