DESIERTOS DEL MUNDO EL DESIERTO ARÁBIGO



No debemos olvidar que, cuando nos referimos a los desiertos, hablamos de hablamos de las tierras áridas y deshabitadas de nuestro planeta,
Y que se distinguen por su sequedad reinante, motivada por la escasez de precipitaciones, que por lo general no superan los 100 milímetros al año.

Este desierto goza de una gran importancia en el mundo, extendiéndose desde el este del Nilo, hasta el Mar Rojo y la península de Sinaí; es decir por casi toda la península arábiga (1.300.000 kilómetros).
Además abarca a varios países como son: Los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Arabia Saudí, Yemen y Qatar.


Esta región ecológica cubre su zona fronteriza de arenas y vientos estacionales. Además contiene en su interior al Rub al-Khali (cuarto vacío). Es decir, una gran cuenca sedimentaria o cuerpo de arena en el mundo.

Dicho desierto, a lo largo de la historia, a pesar de ser intransitable, por su aridez y escasez de vegetación visibles, ha sido utilizado como una gran vía de comunicación y camino comercial entre Oriente Medio y África del Norte.

Atrapadas bajo las arenas pertenecientes al Pleistoceno, localizamos una inmensa reserva de aguas subterráneas, las cuales en los últimos años han sido empleadas, para el riego artificial de dicha zona.
Si lo contemplamos a simple vista, este desierto, nos puede parecer inhóspito y yermo, aunque se ha comprobado que es una gran fuente de recursos naturales, en donde podemos hallar: petróleo, gas natural, fosfatos y azufre.

Los pocos núcleos de población, en un lugar escasamente habitado, surgen junto a pozos subterráneos o manantiales, como es de suponer.
Los primeros habitantes que vivieron en esta abrupta región datan de hace 3.000 años, a los que se les conoció como beduinos, es decir una civilización nómada que aprovechaba las tierras del desierto como un caldo de cultivos para los camellos.

El Nafud al norte, donde las dunas cruzadas rebasan los 120 metros y el Rub´al-Khali, al sur, el desierto de dunas más extenso del mundo (650.000 km²), un lugar sin apenas vida y donde las acumulaciones arenosas alcanzan los 250 metros en algunos puntos, son dos grandes núcleos de arena espectaculares.

El desierto arábigo, al igual, que a sus hermanos los grandes desiertos del mundo, se clasifica como un clima árido hiper. Estos se distinguen por tener insignificante humedad y precipitaciones durante las distintas estaciones del año. Tal es así, que en cuanto a la humedad podemos afirmar que solo llega a un 15% en verano. Mientras que las precipitaciones anuales son inferiores a 33 milímetros.

Admitiendo que la sequedad sea un hándicap importante para el asentamiento de la población, lo más perentorio sean las temperaturas extremas de la región. Pues en verano y durante el día, la temperatura puede llegar a ser hasta de 50° C; mientras que durante la noche el frío es extremo. Pero en cambio, durante el invierno las temperaturas no son raras si llegan a ser bajo cero.
En lo que se refiere al clima, este se caracteriza por una escasa humedad y abundantes precipitaciones a lo largo del año.

Una de las formas de vida silvestre que más han conseguido desarrollarse, se encuentran los insectos, capaces de soportar los asfixiantes días de verano, mecidos por las amarillas dunas de la arena, perfeccionando variados mecanismos de defensa, que les sirven para poder sobrevivir en este ambiente protegiéndose de sus depredadores

Los insectos más comunes en el desierto arábigo son las langostas, escarabajos, escorpiones y arañas.











Si bien nos son los únicos, pues podemos encontrar, diferentes variedades de lagartos: el dabb y el varano.

Aunque que sin duda, ninguna, sean las serpientes quienes se coloquen en primer lugar, como los animales más peligrosos para la vida de la población de la región.

Dentro de los mamíferos más comunes en el desierto, está la cabra, quien hoy ha sufrido una considerable disminución. Las gacelas,
                                                                                                            los oryx

Y los gatos del desierto son las especies animales más representativas que habitan estos dominios.


Asimismo, el desierto arábigo, es una gran fuente de riqueza: extracciones de petróleo, gas, fosfatos y sulfuro.

Ahora bien, en cuanto a la flora esta, deben ajustarse a la escasez de agua y a las duras condiciones reinantes. Solo su forma de aclimatarse le permiten florecer tras las precipitaciones de primavera. Por ejemplo; la mostaza, el iris y las plantas alcaparradas.

Si visitamos cualquier oasis, de este desierto, nos podemos encontrar con palmeras datileras con gran abundancia. Estas son utilizadas como sustento alimentario para la población y los animales de la región desértica. También aquí solemos encontrar Juniper árboles (un material de construcción prominente de la zona), cebollas, alfalfa, cebada y trigo.





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