JENNY LA GOLETA INGLESA DESAPARECIDA



Sur de Australia, septiembre de 1860, mediados del siglo XIX. Ninguno de los marinos ni siquiera el capitán Brighton del ballenero Hope, sospechaban la aparición que tendría lugar aquel día, y que surgiría antes sus ojos llenándoles en algunos momentos de espanto y de asombro .

El hope navegaba con tranquilidad después de haber dado caza a una ballena, grande muy grande, eso fue lo que capitán anotó en su cuaderno de bitácora, en el límite de la barrera helada de la Antártida
Después de aquella anotación, una hora más tarde escribiría algo que dejaría atónitos y perplejos a quien los leyeran


-Acababa de subir a cubierta cuando la enorme muralla de hielo comenzó a fraccionarse, mientras que los acantilados de puro hielo, con gran estruendo precipitaron al mar-. Para fortuna del ballenero, este se encontraba a unos 100 metros de distancia, por lo que no corría el peligro de naufragar


De pronto la tripulación comenzó a exclamar y señalar con pavor; del interior de una de las brechas abiertas en la pared de hielo acababa de aparecer lentamente un barco.
-La jarcia estaba recubierta de hielo y nieve, las velas no eran más que unos jirones congelados y el barco estaba gravemente dañado, pero seguía a flote.-
Aquella aparición , hizo que los hombres del ballenero se creyesen estar viendo al Holandés Errante
Pero lo que sin duda habría atemorizado a la tripulación del Hope, era lo que vieron sobre cubierta de aquel buque -Se distinguían siete hombres, de pie, , rodeados de una inmensa capa hielo, dura muy dura, que parecían estatuas de mármol
Poco después un pequeño bote fue descendido al agua , en él, iba el capitán del Hope acompañado por cuatro de sus hombres con la intención de subir a bordo del barco en busca de alguna pista
En uno de los compartimientos localizaron el cadáver de una mujer, perfectamente conservada debido al gélido frío que reinaba en la zona. Lo mismo ocurría con los demás tripulantes .

Luego se dirigieron al camarote del capitán. Allí sentado frente a un escritorio estaba un hombre , en la mano tenía una pluma para escribir en el cuaderno de bitácora, sin duda debía ser el capitán .
Brighton le dirigió algunas palabras, pero el hombre permaneció callado, estaba muerto y congelado hasta la médula. Entonces Brighton consultó el cuaderno de bitácora: El barco era una goleta inglesa llamada Jenny, que había atracado por última vez en el puerto peruano de Lima. La última anotación afirmaba: “llevamos 71 días sin comida”.

El registro llevaba la fechada el 4 de mayo de 1823. La goleta Jenny había pasado alrededor de 37 años atrapada entre las paredes del hielo Antártico.
Los nueve fallecidos recibieron su funeral marítimo y cuando el capitán del Hope regresó a Inglaterra, hizo entrega del cuaderno de bitácora a las autoridades navales, relatando como fue descubierto el barco y lo ocurrido a sus tripulantes.

Siempre, en este, como en otros casos de extrañas desapariciones o apariciones, quedan en el aire ciertas preguntas. Y en este suceso también las había
¿Qué es lo que lo que había pasado para que el Jenny quedase entre los hielos de aquella inmensa mole de hielo y en las aguas de la Antártida, lejos de la costa?
¿Qué hacía toda la tripulación en cubierta y de pie?
¿Qué era lo que les pilló tan desprevenidos para que no pudiesen esconderse en las entrañas de la nave?
En cuanto al Hope, su capitán Brighton, ¿no hizo mención del tiempo que tuvo que trascurrir, hasta que los cadáveres se descongelasen y darles un último adiós, abandonándoles en las gélidas aguas del Antártico?
¿Qué pasó con el Jenny? ¿Fue abandonado sin más?
Recogida informaciónen: 

http://www.cpyolivos.org



div id="google_translate_element">