O Miguel
Jokin nace en el caserío de Ipintza -zar, en la localidad guipuzcoana de
Alzo-País Vasco.
Era el
cuarto de nueve hermanos, tres varones mayores que él y tras de él tres chicos
y dos chicas. Sus padres fueron Antonio Eleizegui y su madre Ignacia Arteaga. Cuando
Miguel Joaquín tenía diez años, su madre falleció, pero no por eso dejó de
tener una infancia y una adolescencia feliz.
La primera
Guerra Carlista ha estallado y Martín, uno de los más mayores de los hermanos
Eleizegui Arteaga, es reclutado a la fuerza. A su regreso se encuentra con la
sorpresa que su hermano pequeño le ha ganado en estatura, Joaquín tiene
entonces 20 año, de hecho, es un gigante y continuará creciendo.
De hecho,
empieza a padecer de acromegalia, que es un desorden hormonal que se padece
cuando la glándula pituitaria produce gran cantidad de hormona del crecimiento
durante la edad adulta.
Cuando esto ocurre, los huesos aumentan de tamaño,
incluso los de las manos, pies y rostro. La acromegalia, por lo general, afecta
a adultos de edad media.
José Antonio
Arzadun, vecino de Lecumberri (Navarra) propuso al padre de Miguel Joaquín
exhibirlo en diferentes lugares llegando a un acuerdo (el contrato, que aún se
conserva, determina que la sociedad tenía que pagarle todo el tabaco a Miguel,
además de dejarle ir a misa todos los días, en cualquier lugar que se hallara)
en 1843.
La primera
localidad que pudo verlo Bilbao, después recorrió numerosos países europeos
mostrándose al público en general y a diferentes autoridades de la época: entre
otros por: la reina Isabel II de España,
la reina María II de Portugal, el rey Luis Felipe I de Francia o la reina
Victoria del Reino Unido.
A la reina
Isabel II de España, llegó a suplicarle que le perdonase la tributación del 10%
de sus ganancias. No obstante, para la soberana las leyes no discriminaban ni
peso ni estatura, y al Gigante de Altzo le tocó seguir pagando religiosamente.
Solía ir
vestido de turco o de general de la armada española. Intentaron que se casara con
una mujer inglesa que le llegaba hasta la barbilla, con el objetivo de mejorar
el espectáculo, pero Joaquín rechazó la oferta volviéndose a su pueblo natal.3
Miguel
Joaquín continuó creciendo hasta el día de su muerte, acontecida un 20 de
noviembre de 1861, motivada por una tuberculosis pulmonar. Está enterrado en el
cementerio de Alzo
Tras su muerte,
su recuerdo ha perdurado en el País Vasco, donde en su pueblo natal aparece
siempre asociado a la figura del "Gigante".
Llegó a
medir 2,42 m. de altura y 2,42 m de
envergadura, a pesar 212 kilogramos. y
sus zapatos median 42 centímetros. Sus guantes medían 31 cm del dedo pulgar al
meñique y los sombreros de copa 3/4 puntos o, lo que es igual, 62 cm de
circunferencia
No existe
documentación alguna sobre la posible altura de sus familiares cercanos,
padres, hermanos y hermanas. Miguel Joaquín Eleizegui renegaba de la condición
a que le había arrastrado su enfermedad y se calificaba a sí mismo como
"un aborto de la naturaleza".
El famoso
neurólogo francés Pierre Marie desarrolló la primera referencia de esta
anomalía a finales del siglo XIX, en 1886
Recabada información en:
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https://caminodeperfeccion.files.wordpress.com/2012/10/estatua-gigante-de-alzo-3.jpg