No crean ustedes
que Eddy Lamarr fue la única actriz de cine que fue inventora, ¡no qué va ¡,
ya que, 28 años antes, 1886, la actriz canadiense Florence Lawrence ya había
inventado un sistema, del que hablaremos tras su biografía
Florence Annie
Bridgwood, más conocida como Florence Lawrence, fue una actriz de cine de
principios del siglo XX que vivía la pasión por los automóviles. Se dice de
ella que fue la primera gran estrella del cine
Florence
Lawrence nació en la localidad portuaria de Hamilton (Ontario, Canadá), según
la fuente recabada, en 1886 o bien en 1890.
Hija de un
fabricante de carruajes llamado George Bridgwood, que falleció cuando Lawrence
era una niña, y de una actriz de vodevil llamada Charlotte Bridgwood y apodada
Lotta Lawrence, Florence Lawrence entró muy pronto en el mundo de la
interpretación.
Florence
Lawrence se inició en el teatro de la mano de la Lawrence Dramatic Company,
compañía que dirigía su madre. Tras pasar por los escenarios de Broadway y por
varias productoras cinematográficas cofunda la Víctor Film Company, Sus últimos
papeles los representó para los Metro-Goldwyn-Mayer Studios. Apareciendo en la
gran pantalla en el cine mudo como en el sonoro
Su meteórica,
carrera como actriz, la llevaría a filmar 280 películas, la mayoría como
protagonista. En aquella época (1919), cuando en Canadá, un trabajador del
campo podía ganar al mes en Canadá 35 dólares si era hombre, o 21 dólares si
era mujer. Lawrence llegó a cobrar 500 dólares a la semana.
Lo primero que
hizo con aquella fortuna que tenía, fue comprarse un automóvil, que en aquel
loco año 20, una incongruencia monetaria y social. Lo primero es que los
automóviles no estaban al alcance de cualquiera. Social, porque una mujer que
se interesara por los coches no era en absoluto frecuente.
Aquella máquina,
que siempre le obedecía, le parecía Florence casi humana dándole una liberad
que nunca pensó en tener.
En 1915 se
declaró un incendio en los estudios donde se encontraba trabajando, e intentó salvar
a otro actor resultando herida de gravedad.
No solo sufrió
graves quemaduras, también se fracturó la espalda, aquel suceso le apartó de su
carrera como actriz por lo que su carrera artística se acercaba al declive
Con la llegada
del año 1929, sobrevino: el crack de la
Bolsa de Nueva York y la consiguiente crisis económica de la Gran Depresión, la
muerte de su madre, y su vida personal con tres matrimonios que incluyeron
malos tratos, destrozando a la Florence, tanto en lo económico como en lo
personal.
Ya en los años
30, Florence Lawrence apenas consiguió trabajos de actriz de reparto,
finalizando sus días aquejada de osteomielofibrosis.
Entre su enfermedad,
su vida personal y económica, y la depresión que arrastraba desde hacía más de
un decenio, la llevó a que un 28 de diciembre del año 1938 se suicidase con un veneno,
en su casa de Beverly Hills, el 28 de diciembre de 1938.
A parte de sus
éxitos como actriz, vivía dentro de Florence Lawrence, otra Florence, la afición
por lo coches, contando con una gran colección de ellos
Transcurría el
año 1914 y a Florence Lawrence se le había ocurrido lo siguiente: diseñar un invento que consistía unos brazos
incorporados al parachoques trasero de su coche, que se activaban mediante una
palanca para indicar la intención del conductor para girar hacia un lado u
otro.
Este sistema no
sirvió solo como predecesor de los intermitentes ya que este mismo dispositivo
incorporaba así mismo un brazo con la señal de “stop”, que se levantaba al
pisar el pedal del freno.
Así que, sí, las luces de freno del coche también
fueron invento de una mujer.
Antes, en el año
1909, Percy Douglas-Hamilton había patentado, una idea según la cual se podían
montar unas manos a lado y lado del vehículo que se iluminaran para indicar las
maniobras, pero la idea se quedó ahí.
En 1925, once
años después del invento de Florence, Edgar Walz Jr. patentó una luz con dos
flechas y una luz de freno
A finales de los
años 30, Joseph Bell patentó el primer dispositivo destellante.
1939, Buick
introdujo los intermitentes como estándar en sus automóviles. Así y todo, hasta
principios de la década de los 50, intermitentes tal y como ahora los
conocemos, no se verían, ya que solo se montarían, artilugios mecánicos
similares al creado por Florence Lawrence.
A pesar de que
su invento revolucionó el mercado del automóvil, Florence no cobró nada por él ¿el
motivo?, no patentarlo, circunstancia que fue aprovechada por todos los
fabricantes, que ni siquiera reconocen su labor y la creación del mismo
Recabada información en:
https://www.motorpasion.com/tecnologia/gracias-a-florence-lawrence-los-coches-tienen-intermitentes-y-luces-de-freno
http://blog.qualitasauto.com/inventos-para-coches-mujeres/
https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTGfMaQCInJTXrpnTVYG0Y-dzqISk5C6udaDLmvYYFZusEYE-5n