INVENCIÓN DE LA DENTADURA POSTIZA



Sin duda alguna, los padres de la dentadura postiza o prótesis dental, vivieron en la Toscana, nombre que tiene su origen en el de Etruscos allá por el 800 a.C (los griegos les llamaban tusci y etrusci los romanos)



En este siglo, el VIII a.C. este pueblo, ya entonces fabricadas dentaduras con puentes de oro que provenían de dientes humanos y de animales, que fueron tallados para que encajasen perfectamente en la mandíbula del cliente.

Incluso se utilizaban dientes de personas fallecidas, con el fin de darle mayor realismo a sus restauraciones. Pero, ya llega el peor, pero esos dientes solo estaban al alcance de las clases altas de la sociedad etrusca.

Más tarde, se utilizaron otro tipo de dentaduras postizas de peor talla, siendo muy escaso su uso.

Parece mentira, que siempre que se pasa de siglo, se pasa también a mejoras en medicina, inventos, descubrimientos, caso que no sucedía, en la época medieval con los dentistas y más allá, porque se cita incluso a los que vivieron en los principios del renacimiento, de los que se decía, que eran bastantes más primitivos que sus predecesores.

La razón pudiera estar en que, medievales y renacentistas, seguían en la creencia, de que las caries eran producidas por gusanos que perforaban los dientes hacia fuera.
Rara vez se sustituían las piezas extraídas, y como es evidente, que poderoso caballero es don dinero, sí no eras de una familia con poder adquisitivo que, a cambio de una cantidad de dinero, conseguían sus repuestos, no recibías las de otras personas de menor escala social. Estos dientes se montaban sobre una base de marfil.

Los primeros juegos europeos de dentaduras datan del siglo XV, aunque como ya es mencionado anteriormente, existieron mucho antes de entonces
Estamos en el siglo XVI, donde ciertas personas, con el fin de asegurar sus dientes, no les dolía en prenda, perforarse la encía ayudándose de ganchos para asegurar los alambres de las dentaduras.

Lo que investigan sobre los finales del siglo XVI, se encontrarán aciertos personajes, estrujándose el magín, para que la falta de dientes, no oscurezca su nobleza, que la tienen, pues se trata de Isabel I de Inglaterra.
Que empleaba un truco muy baratito: disimular los huecos de la ausencia de dientes, atiborrarlos con tiras de tela que colocaba sobre las encías, de esa manera no se le hundían los labios con la falta de dientes.


Tendremos que esperar a la llegada del siglo XVIII, cuando a un dentista francés de nombre Cauchar, se le ocurrió conectar los dientes de arriba con los de abajo con un muelle, o sea ¡todo un giro de manivela! Aunque tuviese su cruz, lo muelles sometían al portador a una fuerte presión en toda su boca.


Por entonces, se utilizaban ataduras de seda para encajar los dientes, de arriba en las oquedades, claro que ustedes ante este cuadro, se habrán hecho la misma pregunta que yo ¿No se les caerían? La respuesta es la siguiente – No les servía para comer, únicamente era por estética.
Aconteció que, en la época de la Revolución francesa, los dentistas parisinos realizaron dientes de porcelana, similares a los de hoy en día, cuya duración era muy alta.
Las numerosas contiendas bélicas que sucedieron a lo largo de ese tiempo en bastantes países, forjaron la figura del «recolector de dientes», quien extraía los dientes a los soldados muertos en el campo de batalla y los vendían luego a un precio determinado.
En el siglo XIX, tanto en los materiales como en sus mecanismos de soporte para mantener los dientes artificialmente, dieron un giro de 360 grados, proceso que ha evolucionado hasta nuestros días.

George Washington, presidente norteamericano utilizaba dentadura postiza y como uno de los principales problemas de las dentaduras era el mal olor que producían los dientes de marfil, el presidente los sumergía en oporto durante la noche.

Pero a los grandes males …grandes remedios y el inconveniente de los olores desapareció a finales del siglo XVIII, gracias a un dentista francés que inventó la dentadura postiza de una sola pieza.
Eduardo Cope, científico y explorador norteamericano, logró salvar su vida, en una tribu indígena enemiga, asustándolos sacándose su dentadura postiza de su boca, haciendo como que daba mordiscos en el aire. Los indígenas horrorizados, huyeron.

Recabada información en :
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