LEYENDA DE ÁRBOLES -LEYENDA DEL AVELLANO



El avellano al necesitar, ciertas dimensiones para la obtención de una producción razonable, solo es recomendable en su modalidad de huerto en el campo, por lo que, no es uno de los frutales más populares de los huertos urbanos.

Su nombre botánico es Corylus avellana y pertenece a la familia de las Betuláceas. Durante bastante tiempo, este fruto ha estado muy vinculado con las fiestas navideñas en España, ganando popularidad como fruto seco llegándose a consumir durante todo el año.


Este árbol que normalmente alcanza ente 3 y 8 m de alto, en ocasiones puede llegar a los 15 m con una copa muy extendida de forma irregular, generalmente ramificado desde la base.

El avellano, se coloca un lugar importante en las leyendas mitológicas y poéticas de la Edda germánica (Las Edda son compilaciones de historias relacionadas con la mitología nórdica), y es uno de los atributos, que, con el martillo, acompañan   a Thor hijo de Odín.


En plena Edad Media, influida, sin duda de esta leyenda de la mitología germánica, el bastón de avellano se convirtió en la varita mágica de las hadas.


Las hadas y su mundo, tan grande como las numerosas y antiguas culturas y tradiciones de diferentes países, como la germánica y cómo no de sus famosos
hermanos Grimm (célebres por recopilar en sus cuentos las leyendas y folklore alemanes)

Quien no ha escuchado, contado, leído y visto transformado en imágenes, el popular y conocido cuento de la Cenicienta (pero la versión original y no la que se adoptó para el público infantil, que es sin duda la más popular).
Pues bien, en la original no existe hada madrina alguna, sino que la protagonista planta un brote (o una ramita) de avellano en la tumba de su madre, donde crecerá un hermoso árbol que la ayudará a cumplir sus deseos.
En cuanto quedó sola en casa, fue la Cenicienta al sepulcro de su madre, debajo del árbol, y comenzó a decir:
Arbolito pequeño,
dame un vestido;
que sea, de oro y plata,
muy bien tejido.

Así mismo, fue el bastón mágico que Apolo entregó a Hermes-Mercurio, merced al cual, este último pudo ejercer la medicina, aliviando y curando a los hombres.  De esta manera, sosegar su corazón y espíritu de sus males y tormentos.

El bastón de Hermes, es aquel que tiene alrededor de él, las dos serpientes enroscadas del conocimiento, que se convirtió en caduceo, símbolo de la medicina y que aún perdura, difiere de el de Esculapio, que tiene una sola serpiente con media vuelta alrededor del bastón.

Para que el bastón de Hermes llegase a tener ese perfil, la mitología griega cuenta lo siguiente” Hermes se encontraba en el monte Citerone, cuando se topó con dos serpientes que peleaban entre sí. Para poner fin a la lucha, lanzó la vara de oro que Apolo le había dado, entre los dos contendientes, estas se enroscaron alrededor de la varita y así nació el Caduceo

Para los celtas el avellano simbolizaba la sabiduría y era utilizado también para atraer la prosperidad y la fertilidad a las tierras y a la tribu. Era tan sagrado, que, si se llegaba a cortar uno de ello, le acarraría la muerte al que lo hiciese

En Inglaterra una horquilla de avellano fue utilizada, hasta el siglo XVII, no solo para adivinar la ubicación de tesoros enterrados y aguas subterráneas, así como se hace hoy en día, también para determinar si una persona era culpable de asesinato o robo.

En la leyenda feniana (Feniano es un término utilizado desde los años 1850 para referirse a los nacionalistas irlandeses, que se oponían al dominio británico sobre Irlanda) existía el Antiguo Avellano Chorreante, que aparece como un árbol de la sabiduría, a la vez que se podía utilizar con fines devastadores.

Éste, chorreaba una leche venenosa, no tenía hojas y era morada de buitres y cuervos, aves oraculares. Cuando Fionn, mítico cazador-guerrero irlandés, usó su madera como escudo en la batalla, sus vapores tóxicos mataron a miles de enemigos. El escudo de avellano de Fionn es un emblema de los poemas satíricos que contienen una maldición

Finalizaremos hablando de como son los nativos de este árbol, que viene en el zodiaco lunar arbóreo celta
Los nacidos durante el mes del avellano se dividen (como ocurre en todos los meses arbóreos celtas) en los nativos de la Luna Nueva (primera quincena de mes) y los de la Luna Llena (segunda quincena del mes).

Los nativos del avellano son en general personas dotadas de una gran creatividad e intuición, sagaces e inteligentes, quienes poseen una gran lógica y capacidad de razonamiento.

Les encanta indagar ya que necesitan mantener su mente activa, evitando convertirse en personas malhumoradas. Sus mejores amigos son aquellos con los que puedan conversar y debatir, sobre los temas que les apasionan. Les gusta mezclar la imaginación con la razón, suelen ser grandes escritores o artistas.

Tienen madera de líderes, por lo que, a menudo, la gente acude a pedirles consejos, o se ven obligados a mediar en discusiones por su capacidad analítica, su honestidad e idealismo, que los hacen buenos jueces.
No obstante, a veces no son capaces de valorar sus cualidades todo lo que deberían y tienen tendencia a caer fácilmente en la baja autoestima. Son muy críticos, especialmente consigo mismos, y a veces demasiado.

También deben de preocuparse por canalizar su energía que, mal utilizada, puede convertirse en autodestructiva.
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