SARK LA ISLA FEUDAL



Quien le iba a decir al Canal de la Mancha, que, en la Bahía de Guernsey, en el suroeste del Canal Inglés, a 25 millas de la costa francesa de Normandía un trocito de tierra de unos 5 kilómetros cuadrados, a penas percibidos, pero no por ello deseado por un turismo un tanto peculiar

¿Y por qué es deseado por el turismo?  Porque se cuenta que el mejor rincón…para ver las estrellas, debido a la inexistencia de contaminación, lumínica y a su aislamiento.
¿Buena razón? Nos hacemos esa pregunta   ya que, en esta isla, solo existe una sola carretera ¡por la que no pueden circular ni coches privados, ni autobuses, ni ambulancias, solo bicicletas y caballos!

Una carretera que debe su existencia a los prisioneros alemanes recluidos en Sark, durante la Segunda Guerra Mundial, donde los pájaros entonan sus trinos en los árboles mientras que el viento pasa a través de sus hojas.

Visto así, debe ser una autentica e idílica vida la que llevan sus 500 habitantes que están habituados a ver pasar, de cuando en vez o de vez en cuando, pasear a algún visitante en verano por sus calles, con el único objetivo de pasar la noche al raso, para contemplar las estrellas

Con lo pequeña que es, y ya le han pretendido: un invasor y un inesperado intento de declararla paraíso fiscal por parte de dos hermanos millonarios, que hicieron todo lo posible por conseguirlo.
Y es que ha sido una realidad, que este trozo de tierra roseado por todos los lados por agua, fue hasta el año 2008 el último estado feudal de Europa.

En los años 90, un solo hombre, de profesión, físico nuclear en paro, acompañado por una semiautomática y profiriendo amenazas, decide invadirla a la fuerza.
Pero parece ser, que  André Gardes, nuestro físico nuclear en las listas del paro, como no tenía mucha experiencia en los avatares bélicos, así acabó como acabó 
A quien se le ocurre sentarse, tranquilamente, en un banco, y ponerse a tomar el sol. Que pasó lo que tenía que pasar, que, en descuido, es detenido, por dos policías locales de dicha isla, abortando esa temible invasión.

Como no existe dos  sin uno ,años más tarde, sus tranquilas tierras se convulsionan a consecuencia de los propietarios del no menos famoso rotativo The Daily Telegraph” , David y Frederick Barclay, hermanos y mellizos  ellos, desean vehementemente, transformarla en un paraíso fiscal.
Ni más ni menos, que sea un rincón que sirva para evadir impuestos, vendiendo la leche antes de tener la vaca. Prometer los habitantes de Sark, pinguemos beneficios, un mundo de maravillas, avances y comodidades.

Otros dos, que como el anterior  no pensaron que la isla a era ella sola, de por sí , un paraíso para sus habitantes. Claro que al locura no llegó a ver la luz, de ello se encargó John Michael Beaumont, el auténtico Señor Feudal y propietario  de la isla.

El señor Beaumont, había recibido la isla de Sark, de su abuela quien se la cedió, y por su puesto haciendo homenaje a tal honor no se le había pasado por la cabeza, que aquellos 400 años de calma total, se viesen agraviados, por aquel par de gemelos, los hermanos Barclay.
Estos dos excéntricos millonarios, desconocían, que la isla estaba dotada aún de arcaicas leyes que hacían muy difícil el reconvertirla en paraíso fiscal.

Ni que decir tiene, que el señor Beaumont era en realidad el “Seigneur de Sark” o Señor de Sark, cabeza del gobierno feudal de la isla y depositario aún de aquellas  leyes que fueron establecidas en 1565.
Entre las prebendas que tal título, le permitían, se encontraba, una ley que puede sorprender a cualquiera : ser la única persona con  derecho a poseer pichones y palomas.

No obstante, comprensiblemente, debido a lo desfasada y decrépita ” de esta imagen ,la política en la isla está muy democratizada , por lo que,  todos los temas legales dependen, en realidad, de lo que se conoce como el Chief Pleas( Jefe de súplicas), una especie de parlamento local compuesto por unas 40 personas de la isla.

Hasta hace muy poco se seguía la clásica idea de que “No existen en realidad propietarios libres, ya que toda la tierra es un feudo otorgado a perpetuidad al seigneur “, pero afortunadamente, llegado el 2008, este régimen feudal fue finalmente abolido, aunque la sombra de ese pasado sigue pesando demasiado
ANTERIORMENTE

Junto con las otras islas del canal, Sark era el último vestigio del antiguo Ducado de Normandía todavía perteneciente a la Corona británica, y el último Estado feudal del mundo occidental.


Desde 1565, cuando Isabel I le concedió la isla al noble Hellier de Carteret a cambio de su protección contra los piratas, los Seigneur han gobernado esta roca.
Los Seigneur pagaban a la Corona británica apenas 1.79 libras al año para mantener la isla, y en cambio tenían el privilegio de otorgar el permiso a los propietarios de tierras para comprar y vender sus casas, pero sólo si juraban lealtad a la Corona y pagaban a los Seigneur una treceava parte del precio de compra de la propiedad.

AHORA


Los coches son ilegales en Sark. Los únicos vehículos permitidos son carruajes tirados por caballos, bicicletas, tractores y carritos de paseo con pilas o bicicletas motorizadas para personas mayores o discapacitadas.



Incluso a la ambulancia y al camión de bomberos no se les permiten motores y tienen que ser remolcados a las emergencias por un tractor agrícola. Moverse por la isla, sin embargo, no es un gran problema ya que sólo tiene en tamaño de alrededor de dos millas cuadradas y se puede recorrer a pie.
A parte de la pista de aterrizaje, no existen suelos asfaltados, así que la vida en Sark queda visiblemente apartada de la vida moderna.
Recabada información en;
https://www.vistaalmar.es/turismo/turismo/3494-isla-sark-ultimo-estado-feudal-europa.html

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