LUGARES TERRORÍFICOS EL POLTERGEIST ESCOCÉS MACKENZIE



Un personaje que no pasó desapercibido fue un escocés George MacKenzie de Rosehaugh nació en la ciudad de Dundee hacia 1636 de unos padres descendientes de familias nobles. Se educó en los mejores colegios y en universidades como las de Aberdeen, St Andrews y Bourges (Francia).  En 1659 entró en el Colegio de Abogados de Edimburgo y pronto fue nombrado sir, miembro del Parlamento y Lord Advocate, lo que le facilitó formar parte del consejo privado del Rey.

Nos encontramos en pleno centro de Edimburgo en el cementerio de Greyfriars donde está enterrado, lo que en vida fue Mackenzie, director fiscal de toda Escocia en el siglo XVII.

Comencemos por decir que es raro que exista una iglesia sin cementerio o viceversa, y es así como aparecen ambos, porque este, como casi gemelos siameses están unidos como ya hemos dicho a la iglesia de Greyfriars, la cual toma su nombre (grey=gris + friar=monje) de los franciscanos, quienes dirigieron el lugar hasta que la llegada de la Reforma Protestante, quien se encargó de cerrar todas las órdenes monásticas en 1559.

En el año 1561 se tiene que tomar una drástica medida, puesto que debido al gran número de enterramiento en el templo principal de St Giles, se decide llevarlos al Greyfriars Kirk, por considerarlo un lugar idóneo para continuar enterrando a los ciudadanos de Edimburgo.

Nada hacia presagiar que Greyfriars Kirk vería sin ver en 1638 una revuelta promovida   por un grupo religioso los Covenanter´s. Y que en sus terrenos el Pacto o Covenant, se llegaría a firmar con determinado fin… proteger el presbiterianismo de las novedades religiosas que el rey Carlos II deseaba imponer. Sin embargo, después de casi cuatro décadas - 1679 los rebeldes fueron derrotados 

Una zona anexa (hoy conocida como Convenanter’s Prison) al Cementerio de Greyfriars se convertiría en su terrible prisión.
Nuestro abogado como Lord Advocate, le tocaba perseguir a los rebeldes Covenanters, integrantes de un movimiento religioso nacido en el seno del presbiterianismo que hubiesen participado en el intento de revuelta contra Carlos II


Mackenzie, llevó a cabo su tarea, con celo y tesón, para finalizarla con la condena de todos los Covenanters de la ciudad de Edimburgo y su encarcelamiento en una prisión situada en el cementerio de Greyfiars.  Posteriormente tomó la decisión de ejecutarlos a todos, lo que le valió el apodo del «sangriento Mackenzie» debido a la brutalidad con que llevó dichas ejecuciones.

Cuando Mackenzie murió en 1691 fue enterrado en este mismo cementerio. Cerca de donde se encontraba la cárcel podemos encontrar su mausoleo.
Todo comienza en el año de 1998, cuando un vagabundo, buscando un lugar para refugiarse entra en el Mausoleo Negro donde reposan los restos del infame abogado.


Este consigue llegar hasta a la zona inferior donde se halla, entre otros, el féretro de George MacKenzie.
Después se le cruza la idea de abrirlo, quizá pensó que algo de valor podría contener el féretro. En ese momento el suelo cedió bajo sus pies y cayó a una fosa común rebosante de restos humanos. Asustado huyó del lugar como alma que lleva el diablo.

Como correría que un vecino del lugar que transitaba por allí llamó a la policía. Después … después de esta noche comenzaron a suceder una cadena de extraños sucesos que se cebaban en los visitantes que transitaban por   el cementerio, como: cortes misteriosos, mordiscos, amén de quemaduras y otras señales
Puede sonar a exagerado, si les decimos que más   de 450 personas dicen haber sido atacadas por el poltergeist, algunas incluso cuentan haber sido poseídas por el espíritu de Mackenzie.
Una mujer manifestó que, al ir asomarse al Mausoleo Negro, un aliento helado la empujó hacia atrás violentamente. Así mismo, la prisión Covenanter, fue clausurada por el ayuntamiento.

Tampoco faltan a los que tras tomar unas fotografías del mausoleo. poco después desaparecían sin ninguna explicación.

En el año 2002 un gran fuego destruyó los edificios que se encuentran tras la tumba de Mackenzie. Y un año más tarde, en 2003, dos adolescentes fueron enjuiciados por introducirse en el Mausoleo Negro y sustraer una de las calaveras.
No obstante, el ayuntamiento jamás compareció para declarar si la que profanaron fue la calavera del mismísimo George MacKenzie,

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