Marzo de 1932, son las 7:30 pm, nos encontramos dentro
de la casa de la familia Lindbergh, Charles Lindbergh y Anne Morrow Lindbergh donde Betty Gow, enfermera de la familia, se
encontraba en la habitación de Charles Lindbergh Jr. de
20 meses de edad, al que estaba acostando en su cuna, envolviéndolo en una
manta atándola con dos grandes pasadores para evitar que se removiera durante
el sueño.
Dos horas más tarde, sobre las 9:30 pm, Charles
Lindbergh el padre del bebé, escuchó un ruido que le sonó a los listones de la
caja de naranjas en estaban en la cocina los cuales se habían podido desprender
y caído, pero no le dio más importancia
Media hora a más tarde, 10:00 pm, Betty regresa a la
habitación del bebé y descubre que no está en la cuna, por lo se dirige a la
habitación de la señora Lindbergh, que acababa de salir de su baño, para
preguntarle si el bebé está con ella.
Esta lo niega y rápidamente la enfermera se encamina
hasta la biblioteca que estaba ubicada justo debajo de la habitación den niño,
para hablar con Lindbergh, quien corre hasta la habitación de su hijo y cerciorarse
si es cierto lo que la nurse le había contado
Mientras buscaba por la habitación, localiza en el alféizar
de la ventana encima del radiador un sobre blanco. Acto seguido toma un arma y
busca por toda la casa a posibles intrusos, que no aparecerán. Gracia a la
lluvia caída en días anteriores, se pudo descubrir la huella de unos neumáticos
El secuestrador escoge como intermediario al doctor
Condon para que informe al matrimonio Lindbergh,
de su exigencia si querían ver con vida al bebé, US$ 50.000 de rescate en
certificados de oro; pero el niño no fue devuelto.
El 12 de mayo de
1932 William Allen y Orville Wilson , descubrieron el cuerpo sin vida del hijo de Charles Lindbergh , en un bosque a 6 kilómetros de la casa, localiza un cadáver
en descomposición, que es identificado como
Charles Lindbergh Jr. La causa de muerte fue
clasificada como un duro golpe en la cabeza. El bebé murió desnucado
.
LA INVESTIGACIÓN
Los certificados de oro estaban seriados, así que la
policía esperó a que apareciesen en el mercado puesto que la banca los había
sacado de circulación.
Tendrían que transcurrir dos años. Estamos ahora a martes,
18 de septiembre de 1934. La noticia era que se había descubierto un
certificado de oro del dinero del rescate que tenía un número de placa de
vehículo escrita en él.
Este paso se logró gracias a que un encargado de una gasolinera,
que tenía los números de serie, identificó uno de ellos, sin que el pagador se
diese cuenta anotó la matrícula del vehículo y llamó a la policía.
El vehículo era un Dodge sedán color azul oscuro. La
placa, era de New York, y su dueño Bruno Hauptmann, que fue detenido al día
siguiente y acusado del asesinato sin tener aún la policía pruebas exactas.
Del 2 de enero al 13 de febrero del año 1935 se celebra
la vista contra Hauptmann, que fue declarado culpable de asesinato en primer
grado y sentenciado a muerte, aunque tenemos que decir, que las pruebas que se
presentaron fueron clasificadas como Prueba Circunstancial y que Hauptmann negó
su participación. Por cada pregunta que la policía le hizo, él parecía tener
una buena coartada.
Los periódicos de la época, se dedicaron a manipular a
su antojo dicho caso. En sus editoriales se podía leer “El hombre más odiado
del mundo” despertando el morbo y con ello el interés del público.
Hauptmann fue
ejecutado en la silla eléctrica el 3 de abrir del año 1936, dentro de la
prisión estatal de Nueva Jersey proclamando su inocencia hasta el final.
Se
pone en duda muchas de las pruebas acusatorias que se presentaron como buenas
entre ellas la del forense que apenas revisa el maltrecho cuerpo del bebé (le
faltan miembros y tiene un agujero en el cráneo).
Ni
siquiera determina su sexo, aunque afirma en el certificado con total desfachatez:
"Se trata de Charles Augustus Lindbergh Jr., y murió hace dos meses
posiblemente a causa de un golpe en la cabeza". Caso cerrado… sin
autopsia.
Diferentes testigos declaraban, que indudable se
trataba de Hauptmann quien había gastado algunos de los certificados de oro de
Lindbergh, a la vez que había sido visto en la zona de la finca Hopewell el día
del secuestro, y que el día del pago del rescate faltó al trabajo.
Así mismo hay pruebas de que la policía manipuló las
tarjetas de marcaje de tiempo del trabajo de Hauptmann, haciendo oídos sordos
cuando los compañeros de trabajo de este, declararon que estaba trabajando el
día del secuestro.
Edwar Reilly, abogado defensor de Hauptmann, ante aquel
aluvión de detalles y de “pruebas “se vino abajo y no tuvo más argumentos que
presentar.
Perfil de Bruno Richard Hauptmann Giugni
un militar y carpintero de origen alemán
Sirvió en la Primer Guerra Mundial en el ejército alemán.
Finalizada la contienda bélica no consigue encontrar trabajo como carpintero,
lo que le lleva a delinquir junto a otro compañero en iguales circunstancias.
Robos en viviendas y a punta de pistola. Fue capturado
y condenado a cinco años de cárcel de los cuales solo cumpliría cuatro. Tras
salir vuelve, pero consigue evadirse con toda tranquilidad caminando a través
de una puerta sin vigilancia.
Se cuela como polizón en el buque
norteamericano, el SS George Washington, mientras
estaban colocándole la carga, pero fue descubierto y devuelto a Alemania dos
veces.
Y a la tercera va la vencida. En noviembre de 1923 su plan
le salió perfecto: Utilizó un disfraz
y una tarjeta de identificación robados, los que le dieron
el pase hacia U.S.A. Para más inri en el mismo buque en el que había sido
descubierto y rechazado. Ya en suelo norteamericano, se dedicó a trabajar en
diversos oficios: lavaplatos, obrero y finalmente como carpintero en una
empresa.
Se casa con Anna Schoeffler, una inmigrante alemana y
tiene un hijo, residiendo en los barrios bajos del Bronx. Lo positivo es que su
vida delictiva queda aparcada hasta la Gran Depresión de los años 30, en la que
Hauptmann perdió el empleo y las deudas se acumularon lo que aparentemente lo
llevó a caer en la criminalidad nuevamente.
La esposa de Hauptmann declaró siempre que su esposo
era inocente e incluso llegó a solicitar fondos para la apelación de su marido
juntando 2.000 dólares de personas afines.
Pero
muchos años después, contra viento, marea y pruebas de apariencia irrefutable,
J. Edgar Hoover, el eterno, temible y mítico jefe supremo del FBI… cuestionó
duramente la investigación, el juicio y el fallo.
Casi
medio siglo después, en el año 1981, aparecen por sorpresa dos supuestos
‘hijos’ de Lindbergh: Kenneth Kerwin y Harold Olson. Uno y otro afirman que no
les mueven intereses económicos, tan solo desean esclarecer los hechos y
conocer su verdadera identidad.
Mientras
que Kerwin, afirma que fue secuestrado por la niñera y por el que era su amante,
y no por Hauptmann, Olson, asegura que una familia del norte de Michigan le
rescató de una barca y le cuidaron como si fuese su propio hijo.
A
pesar de lo que digan los presuntos ‘bebé Lindbergh’, no puede dudarse que
ambos aspiran a hacerse con una parte de la herencia del piloto, fallecido en
1974.
Un
tribunal de Hawai invalida las pretensiones de Olson, a instancias de la viuda
de Lindbergh. Con el paso de los años, los presuntos descendientes del heroico
piloto se multiplican.
Recabada información en:
https://alcanfordelasinfantas.files.wordpress.com/2014/03/little-charles-lindbergh-jr.jpg
https://luiskblog.files.wordpress.com/2012/05/bruno1.jpg
https://blogger.googleusercontent.com/img/proxy/AVvXsEiGKIiBldojnL75erO0Zgs3ybSuw-_ZkJW7MYw8wZ7vljueJLlwA1X0SUatPMoxtuiDStyWN877qolMSgmmM3oQIq-gJqx4x0rGIQG4QHsbwaXB-huvMktOXZUXfMM9TsFclPV8hHhyphenhyphen0Ovs-PcSQlVmLBq_LpTaUVvFFSiGEspt1ScyLALW7IuDJUuP7c3VSSIeSTSv=s0-d
https://i.pinimg.com/originals/3b/97/f6/3b97f6201c7f3bef0897cb9b35e61cb3.jpg
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b0/Hoover-JEdgar-LOC.jpg
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