TIEMPO DE CUPLÉ EULALIA FRANCO LA BELLA OTERITO




No sé qué tenían las cupletistas de aquellos entonces, que, algunas, se empecinaban en ocultar o no descubrir el lugar donde nacieron, ni la fecha ni el año en que llegaron a este planeta llamado Tierra, así que, con Eulalia Franco, nos va a pasar lo mismo.

Se supone que nacería allá por el año 1890, aunque con muchas dudas, y además en un lugar desconocido de la España de vestidos de faralaes u otros ropajes.

Se dice, se comenta que lo hacían para hacer creer que pertenecían a otros países, un tanto exóticos, lo que les daba prestancia y más dinero por sus actuaciones. Aunque bien hubiese nacido en Madrid o en su provincia, o al sur andaluza, aunque no hiciese patria chica por ello

La señorita Franco, así es como se la empieza conocer y a la edad de 8 años, donde parece como bailarina en un cartel del teatro Maravillas, en el madrileño barrio de Malasaña, acompañada por su maestro de baile; Matías Turrión y que no se quedará solamente como su profesor … pero al tiempo
Hemos citado su apellido, pero o su nombre de pila, Eulalia, aunque al ser tan pequeña, sus compañeras le llamaban Eulalita “bailarina en miniatura, y que pese a quien pese, era la más aplaudida del grupo

Sus rasgados y expresivos ojos, sorprendentemente enormes. Su abundante pelo en tono oscuro, ondulado, separado por una raya al medio, hacía recordar si remedio la Bella Otero.
En el firmamento del cuplé, fue estrella fugaz, que no llegó a alcanzar el éxito, bueno quizá ella ni lo quisiera ni lo pretendía, paseando por los escenarios con el nombre de Bella Oterito u Oterito a secas

A lo largo de los años, en los que la Bella Otero, actuase fuera de las fronteras españolas y aún después, Eulalita sería conocida como al Bella Oterito. Quizá a más de uno de fans de la Bella Otero, aquello podía ser un sacrilegio, que otra artista, se apropiase de ese nombre y además aprovechando su ausencia.

Veamos, expliquémonos. Seguro que Eulalia no quería suplantarla. Más bien podría ser la publicidad gratuita, que en la actualidad nos llegase a escandalizar. Pero, quien a hierro mata a hierro muere, a nuestra Oterito le salió un clon, un joven que se hacía pasar por ella

Oterito  por Zuloaga 


Lo que, si sabe de este embrollo, es que Eulalia, ajena o no ajena a semejante impostura continuaba su carrera como ella siempre hubiese querido triunfando por todo el mundo.
En los bulevares parisinos, la Bella Oterito, tiene cierta fama, y con ella llegan las preguntas ¿temidas?,¿odiadas?. De sus orígenes. Ella muy puesta en la materia, oculta o miente también como lo hicieron antes y los harán otras compañeras, vamos que no suelta prenda

Así que pelillos a la mar, porque lo más importante, para Eulalia es que tanto el público como los críticos, están como una piña a la hora de elogiar su físico: pequeña de estatura, pero bien proporcionada, esbelta en su punto justo, blanca piel y sus elogiados ojos 
Sus giras internacionales se suceden con ocasionales y relativos descansos en España, en los que no dejará de actuar eventualmente.

Eulalia y Matías Turrión, más que estar a partir un piñón, son dos personas, tenaces, laboriosas y ahorradoras, lo que le hace llegar a tener mucho dinero, casi ricas. Lo cierto es que no esta mal, es decir, sabedores como son, de los veleidosos gustos de público, que unas veces te eleva y en otras, te quitan la banqueta, para que te des el batacazo, tanto en España como en París
Ya en 1919, regresan a España para quedarse definitivamente. Han adquirido un hotelito en Ciudad Lineal.

Eulalia  es consciente, que se cerca a los 30, y que tanto su figura como el estilo de su hacer, comienzan a estar de capa caída, o se a no estar de moda
La última de sus grandes temporadas, la podrán ver sus incondicionales en el Romea, no complaciendo a todo el público

Así que hacía el 1920, Eulalia, que, a través de sus años en el espectáculo, ha conseguido buenos dividendos, inicia su retirada de los escenarios. De hecho, en la prensa española no aparecerá referencia alguna sobre su nombre y de su carrera

Es de suponer que los Turrión Franco, Vivían felizmente casados, en su hotelito adquirido con mucho esfuerzo, y al que terminaron por vender, poco años después, y con él, el más absoluto silencio sobre sus personas
Como intentamos ser siempre positivos, nunca, si podemos negativos, nos los imaginaremos, unidos hasta el final de sus vidas, recordando sus idas y bebidas, los aplausos del público, y ¡cómo no!  el dinero ganado o desde que ella era una pequeña bailarina   Les supongo unidos hasta el final. Unidos en los recuerdos de sus largas giras por el mundo, en los aplausos del público y en las pesetitas ganadas desde que Eulalia era tan sólo “una bailarina en miniatura

Recabada información en :
http://consuelitoyotrasbellasdelcuple.blogspot.com/2012/01/las-otras-bella-oterito.html