Nuestro personaje nace un 30 de mayo de 1846. Y por el
signo del zodiaco que le corresponde en Géminis, que dicen que es uno de los
más fascinantes y desconcertantes de los 12 signos
La familia en la que vino al mundo, hijo de Ramón
Delgado, natural de Escalona del Prado, y Ana Sanz, de Santo Domingo, era de
clase humilde
Iglesia donde fue bautizado
Como a todo, o casi todo personaje famoso, Fernando Delgado Sanz, pues este era su auténtico
nombre, tarde o pronto te colocan en San Benito, o te apodan de acuerdo con tu físico.
O sea que los que se lo pusieron, no tuvieron que pensar
mucho. Nuestro hombre tenía vacío su ojo izquierdo. Claro que falta la mitad
del apodo, así que continuaremos diciendo que había nacido en el segoviano
pueblo de Pirón. Como dice la expresión “Blanco y en botella ...leche”, conclusión
“el Tuerto de Pirón”.
Si se pudiese comparar con un pez (solo por escurridizo
que era) lo compararíamos con una anguila
¿El origen del Tuerto de Pirón?
De regreso, después de haber servido a la patria (el
servicio militar durante varios años) en Madrid, tras llegar a su pueblo, una
desagradable sorpresa les espera, su novia se había casado con otro.
Como buen signo de aire, no se le puede aprisionar y
echar la vista atrás, decide formar una banda de cuatreros (unos eran de Madrid
y otros segovianos) para vivir en el mundo de la delincuencia, a los que no les
faltaba ir bien equipados con extensas y afiladas navaja, dando sobresaltos a
un centenar de pueblos de las dos vertientes de la sierra.
Cuentan que su primera fechoría, más que ataque, fue
una burla, pues no se le ocurrió otra venganza, que robarle un carnero, al que podría
haber sido su suegro. El carnero fue repartido entre sus amigos. La noticia
corrió como la pólvora
Y parece que le cogió gusto aquello de quedarse con lo ajeno:
robos de ganado a los tratantes y asaltos a los viajeros, casi siempre en el
entorno de La Morcuera, o lo que es lo mismo, en las laderas y pies de La
Najarra.
Siempre acompañado del temor, que su sola presencia infundía,
su arrogancia, le permitía visitar bares y tabernas sin que por ellos fuese
delatado, conociendo como las gastaba, cualquiera lo hacía.
Aunque cayó preso de la justicia en más de una ocasión:
diciembre de 1881. Fue recluido en la cárcel de Segovia de la calle Juan Bravo
(hoy sede de la Biblioteca pública), de donde escapó el 31 de enero de 1882
tras limar los grillos y huir por el tejado.
Y así, entre asaltos, el Tuerto de Pirón se pasó una
década y media tratando de escapar de la justicia, y si podía, escaparse de la
cárcel donde le habían metido, aunque las bastantes ocasiones volviese a ellas
El año 1883 fue nefasto para el Tuerto: apresado y
condenado a cadena perpetua.
Aquellas cuatro paredes, fueron minando su fortaleza,
llevándole a una terrible claustrofobia, amargándole día a día, terminando por
caer enfermo.
Treinta y un días, duró su condena, pues en 1914 la
muerte se llevaría a Fernando Delgado Sanz, el Tuerto de Pirón y con él, al último
bandolero de la Sierra de Guadarrama
Recabada información en
https://segoviaesvida.com/el-tuerto-de-piron-bandolero/