Cuando los árabes nos
regalaron la destilación y el alambique, se consiguieron bebidas con mayor
contenido de alcohol que las elaboradas por fermentación (vino o cerveza).
EL AGUARDIENTE
Los franceses muy chic ellos,
lo denominaron eau de vie, «agua de vida», y los italianos, muy pillines ellos,
muy aqua vitae. Ni que decir tiene que este invento gracias a la agilidad de los mercantes
holandeses, daneses e ingleses, recorrió con rapidez toda la Europa.
Los mercaderes de estos tres países,
no perdieron el tiempo y lo importaron a la vez que adecuaban su nombre a la
lengua local: brandewijn, «quema con vino», en Holanda; Weinbrand, «vino
quemante», en Alemania; y uisge beatha, que en gaélico significa «agua viva» o
«agua de vida». Y whiskey —del gaélico uisge— en las Islas Británicas. Para los
británicos, los destilados que no son whiskey se llaman spirits o espirituosas
En el proceso de destilación
se calienta un líquido hasta que sus componentes más volátiles se evaporen; a
continuación, se deja enfriar, tras ello por medio de la condensación, se
recuperan ciertos componentes en estado líquido —alcohol en este caso.
Se habla de Arnau de Vilanova
médico y teólogo, de origen desconocido, para algunos, valenciano, para otros,
aragonés y para otros, catalán entre otras hipótesis que se han defendido.
Se le conocía como el
"médico de reyes y papas", y tuvo la fama de ser uno de los más
grandes alquimistas de todos los tiempos, que había conseguido destilar el
vino, llamando al líquido resultante, bebida espirituosa. El nombre de esta
bebida fue popularizado como aqua ardens: «agua ardiente».
Arnau de Vilanova en realidad
no se dedicó a la alquimia y todas las obras que se le atribuyen en este campo
son apócrifas.
Dominaba el árabe, el latín y
el catalán, siendo estas dos últimas las que usó para escribir sus obras.
La palabra aguardiente es una
denominación que se ajusta a la realidad, puesto que es un destilado que causa
una ardiente impresión al paladar y la garganta; es incoloro, inodoro e
insípido, con muy alta graduación alcohólica —de entre 70% y 80%— que se diluye
con agua pura bidestilada, hasta reducir su grado alcohólico a 38%,
aproximadamente
EL RON
El auténtico ron caribeño es
originario de Barbados, cuando en la primera mitad del XVII el inglés Richard
Ligon trajo la caña de azúcar de Brasil para sustituir a las deficitarias
plantaciones de tabaco.
Con el nuevo cultivo, se hizo
necesario traer los esclavos que lo trabajasen y, ya puestos, también el brandy
de caña (bebida elaborada con la caña de azúcar y luego destilada). Para no
perder parte de la producción de azúcar en la elaboración del brebaje, en
Barbados utilizaron para la elaboración la melaza (producto líquido y espeso
derivado de la caña de azúcar obtenido del residuo restante en las cubas de extracción
de los azúcares) y refinaron la bebida (la destilaron más veces y aumentaron su
contenido en alcohol).
Lo llamaron kill-devil
(matadiablo). Para el nombre de ron habría que esperar hasta 1651 cuando un
inglés lo denomino rumbullion, tal y como se denominaba en los bajos fondos de
Inglaterra a las peleas callejeras -supongo que tendría que ver con los efectos
que provocaba el consumo en exceso de aquella bebida-. Y del rumbullion al rum
y a nuestro ron.
El hecho de que la cerveza,
el vino o el agua se estropeasen en las largas travesías hasta África, cosa que
no ocurría con el ron, hizo que los marineros de los barcos esclavistas se
pasasen al ron.
Cuando los comerciantes de
esclavos del continente africano conocieron las «virtudes» del nuevo brebaje,
exigieron que parte de sus honorarios se pagasen en toneles de ron… el
triángulo azúcar-esclavos-ron se convirtió en la base de la economía de
Barbados y de todo el Caribe. La Royal Navy, siempre atenta para mejorar las
condiciones de sus tripulaciones, sustituyó en sus barcos la tradicional ración
de cerveza por el ron.
Ahora que ya tenemos el ron
triunfando por todo el Caribe y en los barcos que surcaban sus aguas -incluidos
piratas, corsarios, filibusteros y bucaneros
Algo de lo que no hemos
hablado todavía es del sabor del ron… era fuerte y no muy agradable. Así que,
Edward Vernon, oficial de la Royal Navy en la primera mitad del XVIII, se le
ocurrió suavizar su sabor añadiendo azúcar y zumo de lima.
Al primer daiquiri se le
llamó grog, apodo de Vernon era Old Grog su inventor -el debido a su chaqueta
grogram, hecha de seda mezclada con lana y goma-.
Desde aquel mismo momento, y
sin tener idea de ello, en los barcos de la Royal Navy del Caribe, viajaba un
remedio para el escorbuto (carencia de vitamina C),
una de las principales causas de mortalidad de los marineros que, en parte, se
palió por la lima del daiquiri.
Por desgracia, este “pequeño
detalle” del limón pasó desapercibido, y las muertes por el escorbuto, seguiría
produciéndose, hasta que en 1795 la Royal Navy obligó a llevar cargamentos de
limas en todos sus barcos. Por eso, a los marineros británicos se les llamaba
limeys. En cambio, los países que tenían para beber vinieron, cerveza, brandy o whisky, poco o nada pudieron hacer para hacer frente al escorbuto
UN DETALLE A TENER EN CUENTA
Holanda abandonará su término de referencia para utilizar dese ahora el de Países
Bajos, a pesar de que siempre, históricamente se le haya conocido como Holanda,
su verdadero nombre siempre ha sido Países Bajos
Recabada información en :
https://historiasdelahistoria.com/2015/07/21/el-cubata-el-secreto-del-poderio-britanico-en-el-
mar