ÁFRICA UNA LEYENDA DEL PICO DEL DIABLO



La competición entre el diablo y un pirata

¿Quién no ha oído hablar de Ciudad del Cabo, una de las ciudades más importantes de Sudáfrica? Seguro que sí. ¿Y de su anfiteatro montañoso?


Vamos por partes. ese anfiteatro tiene una formación a la que se le conoce con el nombre de “La Mesa”, a la que se la reconoce por su meseta plana, que mide de punta a punta, unos 3 kilómetros.

Pues bien, a su izquierda está ubicado el Pico del Diablo, con una altitud, aproximada de unos 1.000 metros, y a la cual se puede subir, haciendo senderismo desde vario puntos  
Es curioso que sus laderas, podemos encontrarnos, con varios fortines militares históricos y algunas baterías de cañones dispuestas a defender la ciudad.

Cuando la niebla se adueña de la costa y trepa por las montañas, dejando a la ciudad sumergida en ella. O cuando el invierno es más crudo, se suelen reunir en las casas, para contar un relato que pasó de generación en generación, desde el año 1700

Nuestro personaje se llama Jan Van Hunks. No hacía mucho tiempo que, tras abandonar su anterior profesión delictiva, se casó y se estableció en una pequeña pero bonita casita al pie de la montaña

Lo único que hacía que el matrimonio tuviese sus más y sus menos, era, que la esposa de Jan, odiaba verle fumar casi todo el día, en pipa, así que si contemplaciones le mandase fuera de casa.


Y así, un día y otro día, nuestro ex pirata adquirió la costumbre de caminar montaña arriba mientras encendía a la culpable de que su esposa se enfrentase con él, o sea, la susodicha pipa, para sentarse en el mismo lugar a fumar tranquilamente contemplando las vistas de la bahía.

Aquella mañana, cuando se acercaba al lugar de su observación de las olas del mar, observó con extrañeza a un hombre sentado, un tanto raro, en su lugar preferido.

El sujeto iba vestido de negro. Para taparse la cabeza, se tocaba con enorme sombrero que le tapaba la cara completamente.

Sorprendentemente, el desconocido lo saludó por su nombre y le pidió tabaco. Se sentó junto a él e iniciaron una conversación que al poco derivó en el hábito de fumar.
Jan Van Hunks era un poco jactancioso y le gustaba presumir de la cantidad de tabaco que podía llegar a consumir.

El hombre de negro le dijo que él podía fumar mucho más sin llegar a sentirse mal. El pirata no pudo resistirlo y lo desafió a una competición.

Tanto fumaron, que, a los pocos minutos, el humo les rodeó y comenzó a subir montaña arriba, mientras que el desconocido empezó a sentirse mal. Se puso tan nervioso, que el sombrero se le cayó al suelo

Aquel desconocido empezó a encontrarse mal, se puso nervioso y el sombrero se le cayó de la cabeza. En ese momento Van Hunks pudo verle la cara: ¡se estaba enfrentando al mismísimo diablo! Éste mirando, como aquel pirata, un simple mortal, le estaba ganando, hizo aparecer un rayo que los borró a ambos de la faz de la Tierra.

Como era de suponer a Van Hunks no volvieron a verlo. No obstante, cada vez, que la niebla abraza las formaciones montañosas de Devil’s Peak y Table Mountain, los moradores de la Ciudad del Cabo, señalan que el diablo y el pirata regresan a los puestos que ocupaban en la montaña continuando la competición.

Recabada información en :
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