La
que aquí, les escribe, no le ha gustado, ni le gusta, ni le gustará que se
hable, sin respeto, de una persona viva, pero peor muerta, sin base para hacerlo,
tanto en lo político, en lo religioso, o en el tema sexual (lésbico – bisexual-homosexual)
puesto que cada uno puede ser de la tendencia que sea, con el mismo respeto a
los demás, que piden para uno mismo.
Y
es que de lo primero de que habla, no es que sea o haya sido un/a gran profesional,
una buena/o vecina/o, o una persona normal, con sus defectos y con sus virtudes, no,
es de su tendencia sexual. O esos rizos que hacen rizando el rizo, se lío con
un homosexual siendo ella lesbiana, para que hiciese de tapadera.
Y aquí podríamos , intercalar , un par de refranes , demostrando que existen contestaciones para estos casos : Si la envidia fuese tiña, ¡cuántos tiñosos habría!- Cada uno es libre de hacer de su capa( vida) un sayo (túnica holgada, poco ceñida o si ceñir, que llega hasta las rodillas)
Por
eso esta pareja, que Dios crío y ellos se juntaron, aparecerán como Katharine y
Spencer, grandes actores de la gran pantalla, humanos hasta la médula, fieles o
infieles.
A
Katharine, siempre o casi siempre, le han vestido los directores, con trajes de
mujer echada para delante, decidida. También le cambiaron esos trajes por otros,
más dulces, románticos o irónicos.
Fue
niña de familia bien, progresista y feminista. Divorciada de un amor de juventud
Y en ciertos momentos con el cartel de “actrices no rentables”, pero si se dan
cuenta, en la actualidad existen actores y actrices que fueron “rentables” y
ahora no lo son, ¿Por qué asustarse entonces?
“Me
parece, señor Tracy, que es usted demasiado bajito para mí", le dijo ella
cuando se conocieron. Me extraña que la Hepbur no conociese a Tracy, un actor
con carisma, considerado, en esa década, el mejor actor del momento.
La
frase que empleó, como réplica, el extraordinario director de cine Josep L.
Mankiewicz, no será la más acertada, pero bueno quedó para el recuerdo, como
una anécdota más. Se me olvidada, estamos en el año 1942, Katharine, tenía
entonces 34 años y nueve años antes, 1933 había conseguido un Oscar por el film
“Gloria de un día"
Spencer
Tracy
Spencer
Bonaventure Tracy nació en Milwaukee, Wisconsin. Se crío en una casa normal. Un
padre normal, vendedor de camiones y una madre de origen irlandés, donde Spencer,
fue el segundo retoño de esta pareja.
Decido
abandona los estudios, con tan solo 17 años, para alistarse en la Marina.
Finalizada la contienda bélica, piensa en proseguir los estudios, pero una my
buena experiencia teatral, del colegio, decide su vida – Quiero ser actor -.
Con
23 años que casa con Luise Treadwell. Y Después de varios éxitos en Broadway,
John Ford se cruza en su camino. Durante tres años protagoniza 16 películas,
firmando para la Metro Goldwyn Mayer un contrato en exclusiva
ESTRELLAS
EN LA PANTALLA MUJERES FUERA DE ELLA
La
casa de los Trancy, es bendecida con la llegada de dos hijos y con una madre, que,
en su papel de esposa, se dedica a actuar como la esposa del señor Tracy,
haciendo la vista gorda ante las aventurillas de su marido, con las paterné de
sus películas.
Louise
nunca llegó a pensar que una película acabara con su matrimonio, aunque no
llegase a separarse ni divorciarse. Claro que el meollo de a cuestión, no era
la película, ni su director ni de lo que en ella se trababa, era, como se dice
ahora, la química entre su dos principales protagonistas.
Desconozco
la clase de enfermedad tenía Louise, para que Spencer se echase la culpa y la
digamos entre comillas “por la que no podía abandonarla”. Aunque eso no les
impidiese tener una apasionada relación en ocasiones fuese un purgatorio: la
adición del hombre que amaba por el alcohol. Su baja autoestima profesional. Y
otros puntos suspensivos
Katharine
fue su enfermera, fue en muchas ocasiones el antídoto que él necesitaba. La
adoraba, pero nunca pudo estar sólo con ella. De echo cada uno de ellos, vivían en sus respectivas casas, y si no lo exigía el guión de la premier de la
película, llegaban por separado.
Una
noche que iban a pasar en un hotel de Beverly Hills, Tracy llegó, como decimos aquí,
más borracho que una cuba (prometo investigar el origen de esa expresión) y
cuando Katharine fue a acostarle, le estampó en la cara un sonoro sopapo- “Si
le hubiera dejado, los dos habríamos sido desgraciados”, cuenta en el libro de
sus memorias
Muchas
son las películas en las ambos intervinieron: La costilla de Adán y Adivina quién
viene esta noche
FRASE
DE Katharine Hepbur
“Por
primera vez comprendí verdaderamente que era más importante amar que ser amada”
Lo
dio por él, todo, incluso llegó a echar gente de su lado, quizá fuesen los que
estaban en contra de esta relación. Con tantos admiradores y tan sola, solo el
trato con su familia
Cuando
lo ingresó en un hospital sabiendo que la muerte de Tracy era inminente,
telefoneó a su esposa y se retiró discretamente. Ella nunca visitó la tumba de
su gran amor.
Es
cierto que algunas veces, es posible que, para vender mejor la película, los
productores se inventen idilios entre los protagonistas. Si el haber amado a
1.000 mujeres, no es amar más bien …soledad y unos pingues beneficios a la hora
de vender sus memorias.
Tracy
moriría 17 días después de terminar el rodaje de la película Adivina quién
viene esta noche “. Hepburn ganaría un Oscar por su papel en este film. Por
expreso de la familia de Tracy, Hepburn no pudo acudir al funeral de Tracy, y
la leyenda dice que nunca visitó su tumba.
Recabada información en :
https://es.wikipedia.org/wiki/Spencer_Tracy
https://www.phenomena-experience.com/galeria/Marzo_2018/adivina-quien.jpg