En la etapa media victoriana también fue testigo de
significativos cambios sociales: renacimiento de la doctrina evangélica, conjuntamente,
con una serie de cambios legales en los derechos de la mujer.
Si bien carecían del derecho al sufragio, es durante la Época Victoriana, cuando ganaron el derecho a la propiedad después del matrimonio, a través del Acta de Propiedad de las Mujeres Casadas, el derecho a divorciarse y el derecho a pelear por la custodia de sus hijos tras separarse de sus maridos.
Como nunca llueve a gusto de todos, la nueva y competitiva
sociedad industrial, no fue aceptada por la mayoría, británica, por lo que
muchos plantearon otro tipo de empresa y de negocio para permitir que toda la
sociedad, especialmente los trabajadores tuvieran acceso a los bienes de
consumo.
Roberto Owen, socialista utópico británico, considerado como
el padre del movimiento cooperativo que buscó la forma de promover una sociedad
mejor desde su posición como empresario, creía que los trabajadores deberían
tener acceso a la educación y a la formación, para procurarse por sí mismos los
medios de subsistencia, mediante empresas y negocios gestionados por ellos
mismos.
Al mismo tiempo, los productos ofrecidos en estas tiendas
podrían proporcionar alimentación y otros productos a otros trabajadores a un
precio asequible.
El movimiento que Owen creó, sigue activo en Gran Bretaña,
como el Co-op, el heredero del sistema co-operative, y que sigue existiendo en
los países de habla hispana como Cooperativas.
En dicha época Victoriana, tres valores Tres de los valores
fundamentales eran el orgullo, el idealismo y el patriotismo. La mayor parte de
los victorianos tenían gran confianza en el imperio y creían que duraría para
siempre.
Como era de esperar, la literatura y las canciones populares, resaltaban
los frutos obtenidos por Gran Bretaña durante este periodo, siendo estos valores,
los que simbolizaban, la gran parte del éxito de la superioridad británica ante
el mundo.
Y todo este conjunto llega a lo deportes de equipo, que impulsaban
el: juego limpio, la competitividad y el espíritu de equipo, haciéndose muy
populares durante este periodo.
Entre los años 1850 y 1873 se originaron las dos terceras
partes del carbón mundial, la mitad del hierro, las cuartas quintas partes de
acero, la mitad del algodón y casi la mitad de los productos metálicos. Producción en
lingotes de hierro, acero y carbón, en miles de toneladas:
La sociedad en la época victoriana estaba alterada, debido a los
moralismos y disciplina, con rígidos prejuicios y severas interdicciones.
En cambio, a los valores victorianos, bien se les podrían
catalogar como "puritanos" destacando en la época
los valores del ahorro, el afán de
trabajo, la extrema importancia de la moral, los deberes de la fe y el descanso
dominical como valores de gran importancia.
Y es que
la doble moral sexual, era propia de la era victoriana, y de ella tenemos un ejemplo,
puesto que la reina mandó alargar los manteles del palacio para que cubrieran
las patas de la mesa en su totalidad ya que, decía, podían incitar a los
hombres al recordar las piernas de una mujer.
Un mundo sexual se desenvolvía paralelo a los rigurosos hábitos
de la época, donde abundaban el adulterio y la prostitución. También existían
las "cortesanas" que eran personas que, en el principio, asistían a
los monarcas.
Verano de 1888, un terrible asesino en serie, tiene atemorizado a medio Londres, sobre todo en la zona de Whitechapel, donde las prostitutas eran el objetivo de Jack el Destripador.
La histeria se desata, ya no solo en la capital del Reino
Unido, el país entero asiste sin poder hacer nada, mientras que las noticias en
los periódicos, llenan de impotencia e indignación, al pueblo porque ni toda la
policía de la que se dispone, pueda detener a solo hombre
Se que van a poner el grito en el cielo, cuando les diga, que
lo de asesinar prostitutas era de lo más normal del mundo, raro era el día que
o eran acuchilladas, o muchas de ellas se suicidaban, cortándose la garganta
(una forma de dejar este mundo)
Todo cambió cuando este asesino sin corazón, sin escrúpulos y
hábil carnicero, sorprendió a la policía con un modus operandi, insensible, el
cual ¿le valió para que nunca lo encontrasen?
Los niños
El escritor Charles Dickens, supo como nadie, reflejar en su
obra “Oliver Twist “, la cruz de la moneda del mundo infantil, en la época victoriana.
Cuando esta novela, se publicó en el año 1839, reflejando en ella,
tanto la hipocresía social, como las instituciones y la justicia, los deterioros que
hacían el hambre, el trabajo y la mortalidad infantil, resultó ser un varapalo
para los adultos ingleses, cuyo promedio de vida era de 40 años (y la muerte se
debía a la tuberculosis), los niños fallecían por el sarampión, la
viruela y el hambre.
Mientras que los niños
trabajadores de la industria textil, también eran propensos a padecer
tuberculosis a causa del polvo y la humedad, además de
asma o alergias, escoliosis o raquitismo.
Una encuesta de la Asociación Británica de
1878 demuestra que los niños
trabajadores tenían una media inferior a 12 centímetros que los niños de los ambientes
aristocráticos y burgueses.
La revolución industrial, trajo buenas cosas y tuvo otras
muchas malas, entre ellas la de monopolizar, la mano de obra infantil para
trabajos como la minería o la industria textil, provocando accidentes y muertes
a menudo por hacer trabajar a los niños bajo las máquinas en marcha, además eran
azotados si la producción
comenzaba a descender.
En ese momento, en Inglaterra, los niños
desfavorecidos se encontraban a cargo de las iglesias, quiénes los
vendían a
las industrias a través de
anuncios en los periódicos cuando ya no querían mantenerlos o cuando tenían
demasiados. El comercio muy a menudo se realizaba sin consentimiento de los
padres
Cuesta creer, que no les importaban la edad que tuviesen,
mejor si tenían cuatro años, así estarían más “entrenados “en las máquinas, en trabajan
en las minas, limpian las partes de las maquinarias o cuando van tras los hilos
rotos en los telares.
Charles Turner Thackrah, cirujano y farmacéutico inglés,
miembro fundador de la Escuela de Medicina de Leeds, fue uno de los pioneros en
la investigación del trabajo infantil y sus consecuencias. Publicó varios
trabajos en los que expuso los riesgos para la salud y proponía medidas
preventivas.
En su obra “Los efectos de las artes, oficios y profesiones, y
de los estados cívicos y hábitos de vida, sobre la salud y la longevidad”,
transmite en un tono de preocupación: los largos horarios que debían
cumplimentar en las fábricas textiles, en particular los pequeños. Su opinión y
diversas obras contribuyeron a la elaboración de reformas.
El oficio que tuviesen les impedía ir al
colegio, y para 1828 dos de cada catorce británicos habían acudido a la escuela
al menos un tiempo
En 1833, el Estado inglés tomó
medidas estableciendo una serie de regulaciones pertenecientes al trabajo
infantil con la Factory Act, N prohibiendo la inserción
laboral de niños
menores de 9 años,
registrando sus honorarios y obligando a las empresas a brindarles asistencia
escolar.
El culto al opio
A pesar la implacable moral victoriana, eran abundantes las
prácticas non sanctas tales como la culturización al opio
Thomas de Quincey, periodista, crítico y escritor británico
del romanticismo, hacia 1804, comenzó tomando opio en forma de láudano para
tratar una neuralgia dental y, progresivamente, se convirtió en un adicto.
Si se conoce que en la botica real se distribuía libremente el
opio a los cortesanos, esto no resulta extraño. Ni tampoco que la misma reina
Victoria lo consumiese en forma de goma de mascar con cocaína, junto al joven
Winston Churchill.
Sin olvidad a un famoso detective de ficción, Sherlock Holmes que
se inyectaba frecuentemente cocaína ya que era considerada para gente «cerebral
y muy nerviosa».
Al opio se le puede llamar “droga social”, libremente consumido,
aunque con el tiempo adquirió mala fama debido a que, en los antros donde se
consumía, se hallaba también presente la prostitución.
En el terreno literario, consiste en una reacción frente al
movimiento romántico inglés del primer cuarto de siglo.
Los nuevos escritores rechazan la fantasía romántica de Byron o Shelle y buscan un nuevo realismo -el poeta Tennyson, los novelistas Thackeray y Dickens
El filósofo Carlyle encarnan los nuevos valores de la era
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89poca_victoriana
https://i.pinimg.com/736x/e3/41/f7/e341f7877d6d871b9f392041545af071.jpg
https://media.istockphoto.com/photos/victorian-train-industry-the-iron-foundry-picture-id959970684
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/00/Thomas_Carlyle_lm.jpg
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/aa/Dickens_Gurney_head.jpg
https://pm1.narvii.com/6461/b5170502f123b79beaeb4ce5e1bbd5fa0dfd8738_hq.jpg
https://2.bp.blogspot.com/-Zf6BI4IUnCw/U2INMyMdR1I/AAAAAAAAGI4/y_4mcLjIYI0/s1600/imagesCA4K0O1G.jpg
https://i.pinimg.com/236x/f2/fa/23/f2fa2338e47eedb5b067c8c73cc02293--victorian-photography-vintage-photography.jpg
https://recursos.marketingnews.es/files/949/05.jpg