Isabel
Zendal Gómez, gallega de nacimiento, pues vino al mundo en Santa Marina de
Parada, Órdenes, La Coruña, quizá podría haber nacido en el segundo mes del año
1773. Aunque se desconocen muchos datos sobre su persona, se sabe que sus
padres se llamaban Jacobo Zendal e Ignacia Gómez.
Isabel
fue la mayor de los cuatro hijos de una humilde familia, llena de penurias o
sea pobres de solemnidad.
Luego
nos la volvemos a encontrar en los primeros meses del nuevo siglo XIX, ya con
22 años y Rectora de la Inclusa de la Coruña, además de tener nociones de
enfermería, donde Isabel trabajaría sin descanso para convertir la inclusa en
un lugar acogedor y digno para los expósitos que allí vivían, o sobrevivían,
junto a las monjas que lo llevaban.
Francisco
Javier Balmis, era un médico militar, con un fin concreto que le habían
encomendado, la dirección de la Real Expedición Filantrópica de la vacuna,
impulsada por el propio rey Carlos IV, que había pasado por la experiencia de
que una de sus hijas hubiese tenido la viruela. La infanta se salvó
Antes
de continuar debemos de hablar de Edward Jenner, nacido en Gran Bretaña, que
llegó a ser: afamado investigador, médico rural y poeta. Y al que debemos un
gran descubrimiento, la vacuna antivariólica, que tuvo trascendencia
definitoria para combatir la viruela.
Continuemos.
Balmis debía de viajar junto a un equipo médico, a la Américas y a las
Filipinas, con un “cargamento muy especial” …un grupo de niños, a los que había
que aplicar el protocolo seguido por Edward Jenner, inocular el virus de la viruela
para que el fluido llegara en óptimas condiciones al otro lado del mundo.
Balmis
tampoco olvidaba que los niños deberían de viajar con una persona que les diese
confianza, les cuidase para que el viaje fuese menos agresivo y el proyecto
llegase a buen puerto.
Posiblemente
sea la buena gestión que hace Isabel en la inclusa, la que llama la atención del
médico militar, que un buen día llegará a la Coruña para exponer a Isabel su pretensión,
a la vez informarla que sería muy importante que la aceptase
-
Necesitamos niños, todos los que podamos, no importa, si son huérfanos o tengan
padres. -
-
¿En dónde los busco? -
-Hacerlo
en la Galicia profunda, donde reina la pobreza y la desesperación. -
Y
ella aceptó. Y recorrió aldeas de donde
regresó con solo cinco niños. Es resto llegó de diferentes lugares y hospicios
Isabel Zendal y sus veintidós ángeles, entre ellos un niño llamado Benito Vélez,
al que posteriormente, adoptaría, se unirían a la Real Expedición, para llevar la esperanza a tierras americanas, y filipinas, para erradicar la viruela o al menos minimizarla al máximo, pues aquel virus letal ya se había llevado millones de vidas en todo el planeta.
Año
1803, treinta de noviembre, una nueva era comenzaba. La corbeta María Pita
salía de La Coruña rumbo a América, solamente una mujer iba entre la
tripulación. Cosa que al principio no gustó a la marinería, que decía que la
presencia de aquella mujer podría ser funesta. Todo lo contrario, ya que
cambiarían el rumbo de la historia médica.
Las
normas de la expedición indicaban claramente que "...serán bien tratados,
mantenidos y educados, hasta que tengan ocupación o destino con que vivir,
conforme a su clase y devueltos a los pueblos de su naturaleza, los que se
hubiesen sacado con esa condición" Ninguno de ellos regresó a Galicia
Cada
niño recibía un hatillo que contenía: dos pares de zapatos, seis camisas, un
sombrero, tres pantalones con sus respectivas chaquetas de lienzo y otro
pantalón más de paño para los días más fríos. Para el aseo personal: tres
pañuelos para el cuello, otros tres para la nariz y un peine; y para comer: un
vaso, un plato y un juego completo de cubiertos
El viaje estuvo lleno de incidencias : tormentas y mar revuelta
Se había acordado que fuese en Caracas en donde comenzase a inocular la vacuna. Luego, la expedición se dividió en dos grupos, dirigidos por el cirujano
José
Salvany, que siguió hacia el sur, y Balmis, que se dirigió al norte, mientras
que Isabel quedaba incluida en este segundo grupo y con él arribó a la capital Novo
hispana donde trabajó desde el Hospicio de México.
Finalizada
la labor, reiniciaron el viaje hacia Manila
La
expedición regresó en 1809 a Acapulco, donde surgieron dificultades para
retornar a España a causa de los inicios de los movimientos revolucionarios
para la Independencia de México. Isabel permaneció en Puebla de los Ángeles y
no se conoce la fecha de su muerte.
La
Organización Mundial de la Salud la consideró a mediados del siglo XX como la
"Primera enfermera de la historia en misión internacional".
https://www.mujeresenlahistoria.com/2015/08/la-dama-de-la-vacuna-isabel-zendal-1773.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_Zendal_G%C3%B3mez
https://etheriamagazine.com/wp-content/uploads/2020/09/enfermeras-vacunacion-infantil.jpg
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