Bernardo del Carpio, vino al mundo, fruto de unas relaciones nada claras, entre el conde de Saldaña y la
Infanta Ximena hermana del rey asturiano Alfonso II, llamado el Casto, circunstancia que le indispone, ya desde su nacimiento, ante el monarca.
Antes. La Historia nos cuenta, que Alfonso II el Casto, que se había
decidido por el celibato, tiene la idea de utilizar a su hermana, como un as en la manga, vamos como instrumento político, posiblemente con Francia (casarla con alguien de la nobleza y se tercia con el rey)
Aunque la realidad esta
vez supera la ficción: su hermana doña Ximena, mantiene relación con el conde
de Saldaña ¿Diego Muñoz?, pues ese era el nombre del conde cuando ocurre el
suceso (incluso dicen que estaban casados, en secreto).
La noticia le trastorna, y
decide prepararle una trampa Diego, que cae en ella, como un simple pájaro.
Tras lo cual, ordena que el quiten ojos y lo lleven hasta el castillo de la
Luna, en León, donde quedará encarcelado.
A doña Ximena le obliga a
entrar en un convento, mientras que Alfonso, les hace saber, que no saldrán de
allí más que para el entierro cuando les llegue la muerte.
Pero regresemos con
Bernando, ahora tiene la edad de 24 años, y que no sospecha, que pronto, realizará
la hazaña más famosa de su vida.
Bernardo, (Bernaldo según el rey sabio), que participa ayudando al rey Marsil de Zaragoza, y apoyado por las tribus vascas, derrota a la retaguardia del ejército imperial en el desfiladero de Roncesvalles, en donde muere lo más notable de la nobleza, los Doce Pares de Francia
Entre ellos, se encontraba su paladín Rolando o
Roldán, a quien reta y mata en duelo singular. Entonces Bernardo intenta hacerse con la mítica espada Durendal de su enemigo, que trata de romperla golpeándola contra una roca, que lejos de romperse, se hunde en la peña sin quebrarse.
Según Alfonso X:
"Trascurridos 28 años del reinado del rey don Alfonso el Casto..., pues
que vio que era viejo y de muchos días, envió su emisario en secreto a
Carlomagno, emperador de los romanos, de los alemanes y rey de los franceses,
como el que no tuvo hijos, y si quisiese venir ayudarle contra los moros, se le
daría el reino".
Dos nobles, familia del conde
de Saldaña, Blasco Meléndez y Suero Velásques, tras los éxitos militares,
observando que cada vez tiene más poder en la Corte ¿incluso heredero de la
corona?, desolados por la prisión de éste, se sirven de un juego, para que una
dama le cuente a Bernardo la situación en la que se encuentran sus
progenitores.
A partir de entonces, no cejará de pedir al
rey, la puesta en libertad de sus padres, por todas las riquezas y tierras que
de quieran dar. Sin embargo, Alfonso II hace oídos sordos a sus súplicas.
En una de las batallas
contra los reinos musulmanes del sur, que se producirá en Benavente, contra el
rey moro Ores, Alfonso, se vio rodeado y a pie al morir su caballo. Al poco
llegó Bernardo que le ofreció su caballo y le cubrió las espaldas salvándole la
vida.
Para agradecerle que le
hubiese salvado la vida, el rey le da en propiedad, para él y sus herederos el
castillo del Carpio, cerca de Alba de Tormes (Según la "Crónica
General" de Alfonso X, es Bernardo quien construye el castillo en ese
lugar). Igualmente sobresalió en la batalla de Zamora contra el ejército de
Alchaman.
A pesar del premio, que es
agradecido, Bernardo no ceja en pedir al monarca la liberación de sus padres.
Esta exigencia irrita grandemente al rey, que una de las veces lo expulsa del
reino.
Alfonso II fallece al que
le suceden, Ramiro I, Ordoño I, ambos con espacios cortos como monarcas y el
último que será Alfonso III el Magno.
Mientas esto acontece en
la Corte asturiana, Bernardo, continúa desterrado, pero no mano sobre mano, ya
que se dedica a guerrear contra algunas plazas del actual rey (creador del
reino de León al dividir el territorio en tres partes para sus hijos), desde el
castillo del Carpio cercano a Salamanca;
La sorpresa es grande,
cual el rey le pide que le devuelva el castillo y a cambio sacará a su padre
del encierro. Sospechando que se trata de una emboscada, Bernardo acude a la
cita rodeado de algunos de sus soldados, a los otros, les ha dejado guardando
el castillo, por lo que el rey no puede llevar a cabo su traición.
Al final Alfonso III
convencido por los nobles de la corte, accede a liberar al conde de Saldaña,
para lo cual pide las llaves del palacio de la Luna y cuando llegan, el noble
ha muerto; no obstante, el rey manda que lo vistan y coloquen en un sillón para
recibir a su hijo.
Cuentan que Bernardo se
dio cuenta de que su padre estaba muerto. Tras los primeros momentos de
desconsuelo, da órdenes de que saquen a su madre del convento.
Ximena, esta desolada.
Entonces Bernardo hace que una su mano a la del difunto para que sea público
ante los cortesanos la nobleza del matrimonio y de sus progenitores.
Decepcionado acabará sus
días vagando por tierras navarras y francesas, según unos autores, o sirviendo
a otros nobles, o resignadamente y a pesar de todo, a su rey, según otros.
Corría el año 876 y contaba Bernardo 82 años, falleciendo poco después
Es enterrado en el
Monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo, en una cueva bajo el
monasterio y en la tumba reposó su espada.
De la tumba no quedan restos,
pero aún existía en 1850 cuando Madoz redacta su Diccionario. El Monasterio,
joya del románico también se encontraba arruinado.
https://es.wikipedia.org/wiki/Bernardo_del_Carpio
http://www.bernardodelcarpio.org/bernardo/historia.htm
https://www.santamarialareal.org/noticias/bernardo-del-carpio-caballo-entre-la-realidad-y-la-leyenda
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/e9/Jimena_hlava.jpg/220px-Jimena_hlava.jpg
http://www.bernardodelcarpio.org/bernardo/images/alfonsoII.jpg
http://www.bernardodelcarpio.org/bernardo/images/espadadebernardo.jpg
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