Aunque su identidad todavía no ha sido confirmada, las
investigaciones sugieren que podría tratarse de Tz'akbu Ajaw, también conocida
como Ahpo-Hel,
Su muerte es llorada por todo el imperio y se da la
orden, de que sea sepultada en un templo, algo insólito en el año 672
Tuvieron que transcurrir 13 siglos, para que, en 1994,
una joven arqueóloga, Fanny López Jiménez, cuando se encontraba realizando prácticas
de excavación, descubre en el Templo XIII, de Palenque, una subestructura, una
puerta y un pasillo que la llevó a encontrar tres recámaras, en una de ellas se
encontraría el sarcófago (2,40 m de largo y 1.18m de ancho) de la que se la
llamaría, la Reina Roja.
En el interior del mismo, se observan unos huesos
femeninos, que debido al polvo metálico de cinabrio (un mineral de la clase de
los sulfuros (sulfuro de mercurio, han adquirido un color rojo muy vivo).
Debido a que el sarcófago no cuenta con inscripciones,
la identidad de la osamenta no ha podido ser establecida, no obstante, por las
características y ubicación de la tumba se puede concluir que se trata de una
persona de la más alta jerarquía en la sociedad maya.
De acuerdo con los rituales mayas, le acompañan otras
dos personas, un niño (de entre ocho y once años), y de una mujer (entre
veinticinco y treinta y cinco años) víctimas sacrificadas para escoltar a un
noble en su viaje al inframundo
Una colección de más de mil piezas -collares de jade,
perlas, agujas de hueso y conchas- cubre y rodea el esqueleto (1,54 m de altura)
alta para los estándares de la época. La
máscara funeraria, está compuesta por 280 piezas de jade
El cráneo de la Reina Roja, está deformado, rasgo que
compartiría con el resto de la población, enterrada en la antigua ciudad de
Palenque.
Para deformar el cráneo se habrían utilizado un aparato
cefálico a base de vendas y tablillas constrictoras.
Por los huesos, tal y cómo estaban, no pudieron fechar
su muerte, pero si la de sus dos acompañantes, entre los años 620 y 680.
Tras arduos intentos de saber si su ADN, podía tener
conexión con el rey Pakal II, este resultó ser negativo: ni madre, ni hermana o
hija. Es más, la Reina Roja, no nació en Palenque
En cuanto a Pakal II, este nació en el,603-683 d.C, en
medio de una intensa crisis que su dinastía, sufría. Su vida evidencia las
vicisitudes y logros de un señorío que, bajo su reinado, llegó a convertirse, en
la sociedad política y militar más poderosa y abundante del occidente maya.
La tecnología empleada para dar rostro a esta mujer desconocida,
ha dado sus frutos, y quizá un nombre, Tiessler. Pero se necesita que Tiessler,
confirme su identidad, sin duda alguna
"Para
identificarla del todo necesitamos ADN de cualquiera de sus hijos. Pero ninguno
de éstos ha sido encontrados aún. Esperamos que, en el futuro, si se localizan
estos restos, los avances en arqueología e identificación nos permitan cerrar
el capítulo".
A unos cien años, de su muerte, Palenque y el resto de
la civilización maya clásica caía en una enigmática e irreversible decadencia.
Quizá fuese debido a un desastre ecológico que, unido a
las guerras y luchas dinásticas, fuesen los culpables del éxodo de las grandes
ciudades mayas.
Palenque, fuese, con toda la probabilidad, abandonada a
comienzos del siglo IX, cuando se detienen todos los registros sobre
construcciones y dinastías, y cuando la selva trató de borrar la identidad de
la Reina Roja.
El 15 de junio de 2012, después de haber permanecido
dieciocho años en la Ciudad de México para su estudio, las osamentas de la
Reina Roja y de sus acompañantes, fueron trasladadas a una bodega de resguardo
en la zona arqueológica de Palenque.
No fue posible devolverlas al lugar que habían,
ocupado, la cámara funeraria, debido a la humedad que el templo padece
https://es.wikipedia.org/wiki/Reina_Roja_(Palenque)
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https://www.ancient-origins.es/sites/default/files/field/image/Portada-Reina-Roja-Palenque.jpg
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