UNA CASA MALDITA EN GARY- INDIANA

Historias de posesión diabólicas, han existido, y aún en pleno siglo XXI, siguen existiendo, pero que no sean las personas, y si la casa, pocas o ninguna se ha dado el caso hasta lo ocurrido en Estados Unidos, por más señas en la ciudad de Gary- Indiana.

Noviembre de 2011. Nuestros protagonistas: la madre Latoya Ammons, su madre Rosa Campbell, y los tres hijos, 7, 9 y 12 años, llegan a Gary. La madre había alquilado una casa esa ciudad, en el 3860 calle Carolina Street.

Todo lo que comenzó de una manera espontánea, se fue haciendo insoportable.

Lo primero que notó la familia fue, un mes más tarde de su llegada: que un gran número de moscas negras comenzaron a zumbar y posarse en el tejado, en las paredes y en los alfeices de las ventanas, llegando de todas las partes. Aquello era un suceso inaudito, pues era ya invierno.

Posteriormente, la señora Campbell, contó, que hiciese lo que hiciese, rociarlas con cualquier producto contra insectos, que aquellas parecían revivir y regresar a la casa

De los insectos pasaron a sentir violentos empujes, provocados por una fuerza invisible, el hijo mayor fue expulsado de la habitación como si fuera un trapo, y el hijo más joven, lo fue del baño. La hija también fue arrojada y "atrapada por sombras oscuras".

La señora Campbell, estuvo a punto de morir asfixiada por la presión que ejercían, unas manos invisibles

Pero lo más dramático estaba por llegar una mañana del mes de marzo del 2012.

Latoya tenía por costumbre despertar a su hija. Tras abrir la puerta de la habitación se encontró con un espectáculo dantesco- cuando supuestamente, la chica estaba levitando en su cama en un estado de trance.

La versión de los acontecimientos nos lleva a escuchar, que, tanto la madre como la abuela, se arrodillaron al pie de la cama y comenzaron a rezar. En ese momento el cuerpo de la niña bajó, hasta colocarse en la cama, quien al despertar dijo no tener ningún recuerdo de lo acontecido.

Pero la vida continuaba en la ciudad de Gary- Indiana, en el 3860 de Carolina Street, con nuevos episodios, esta vez los niños comenzaron a tener, comportamientos extraños y arrebatos que sugirieron que estaban bajo la influencia de una fuerza sobrenatural y demoníaca.

Aquellos comportamientos conllevaban a tener los ojos se abultados, o a silban, y a veces, a gruñir y ladran como animales, sin que ninguno de ellos, sea conscientes de lo acontecido.

En otras ocasiones, hablaban con "voces cavernosas " impropias de sus edades, o llegaban a desmayarse, sin motivo aparente, teniendo que esperar a que ellos mismos volviesen en sí, ya que no se les podía despertar.

-Ahora se gritan los unos a los otros. Y en varias ocasiones, uno de ellos, amenazó al otro diciéndole "Te mataré" o "Es hora de morir", a menudo con una voz que no era la suya, e incluso fue acusado de atacar.

Latoya tuvo que acudir al hospital, donde los más pequeños de sus hijos quedaron ingresados por ataques de histeria.

Ante tal expectativa, y sin saber de decisión tomar, la madre busca la ayuda de la iglesia, y cuando los sacerdotes investigaron se dice que se presenciaron una gran variedad de acontecimientos paranormales.

- Amén de lo que parecía ser una posesión demoníaca en los niños, observamos luces parpadeantes y objetos en movimiento, incluida una botella que supuestamente levitaba a través de la habitación-.

La iglesia aconsejó a la familia que intentara limpiar la casa y dibujar cruces en los pisos y ventanas, pero nada de esto sirvió de nada, por lo que se pidió la ayuda a los clarividentes para tratar de determinar con qué estaban tratando.

Luego vendría el Departamento de Servicios Infantiles para implicarse en el asunto. La administradora de casos, Valerie Washington, hablaría tiempo después, de lo que ella había presenciado: “Caminó por la pared, se volcó sobre ella y se quedó allí. No hay manera de que pudiera haber hecho eso. Creo que era algo que estaba sucediendo allí que estaba fuera del ámbito de una persona con vida normal ".

Por último, las autoridades se convencieron de que algo extraño estaba ocurriendo, inclusive Charles Austin, Capitán de la Policía indicó que creía que había una posible explicación sobrenatural para los fenómenos que orbitaban en torno a la familia Ammons, tras presenciar varias extrañas incidencias.

El policía, dijo, además, sacar fotografías con su móvil, en las que se mostraban formas fantasmagóricas y capturar, en cinta, una misteriosa voz que decía “hey”- Mi auto, tenía un funcionamiento extraño cada vez que nos acercábamos a la casa. Y la puerta del garaje, no se abrió durante las investigaciones-.

El médico de la familia, se mostró escéptico, con lo que contaban que sucedía en la casa y de las palabras de Latoya, en las que comentó, que ella tenía una “conducta delirante” y “alucinaciones y delirios sobre fantasmas en su hogar”, lo cual fue ratificado por un testigo anónimo que dijo, que todo lo que hacían los niños era bajo la sugestión de la madre hacia ellos.

Mientras que se realizasen, otras varias investigaciones, el Departamento de Servicios Infantiles, durante seis meses, decidió separar, a los pequeños, de su madre y abuela, Finalizada dicha investigación, volvieron con ellas.

Michael Maginot, un sacerdote católico, requerido por la familia, realizó al menos tres exorcismos en la casa, ninguno de los cuales parecía tener un efecto sobre las fuerzas malvadas que los rodeaban y su hogar, que Maginot llamó "un portal de demonios". De hecho, la actividad aparentemente solo se detuvo cuando la familia finalmente pudo mudarse a Indianápolis

Luego la casa tuvo un nuevo inquilino, que al parecer “la casa” aceptase, ya que nunca tuvo incidente alguno. Después la casa fue comprada por Zak Bagans, del programa de televisión Travel Channel Ghost Adventures, quien rodó un documental sobre el caso de Ammons, así como sus propias experiencias en la propiedad, que se titularía apropiadamente como Demon House.

A Baganz, la casa parecía tenerle la misma manía que a los Ammons, sufriendo todo tipo de sucesos paranormales.

Por ahora, la propiedad sigue siendo un lote vacío, lleno de maleza, pero si alguna vez tuvo una presencia demoníaca real o no se debate.

Ha habido mucho escepticismo en relación con la veracidad de los reclamos de Ammons y su familia, afirmando que era muy religiosa y que su vida familiar estaba en problemas, lo que significaba que podría haber influido en sus percepciones.

Y es aquí cuando aparece Joe Nickell, investigador principal del “Comité de Investigación Escéptica”, desacreditando, en un increíblemente y detallado mordaz artículo, sobre el caso, explicando y, a veces, desechando a muchos de los supuestos elementos sobrenaturales.

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