Patricia Campbell Hearst, también
conocida como Patty Hearst, nace en San Francisco, el 20 de febrero de 1954.
Patricia Hearst era una jovencita
multimillonaria –nieta del magnate de la prensa William Randolph Hearst y
perteneciente a una de las familias más ricas de EE.UU.– que, se enamoró de un
profesor de guitarra. Él era un chico de izquierdas y algo hippy con el que
planeaba casarse y junto al que vivía en un apartamento del campus de Berkeley.
Pero el 5 de febrero de 1974,
unos desconocidos entraron en su casa, redujeron a su novio con melena y a un
vecino con ganas de ayudar y, al secuestrarla, modificaron tanto el rumbo de
una biografía previsible que, además de su apelativo cariñoso, “Patty Hearst
Mientras medio mundo se
preguntaba qué había sido de la heredera, ella pasaba días y noches encerrada
en un armario y sometida a vejaciones de todo tipo por los integrantes del
pomposo Ejército Simbiótico de Liberación (SLA). Desde luego, se ha de reconocer
que la banda atinó con la elección de su víctima en su empeño por hacer llegar
su mensaje a las masas.
De modo y manera, que
convirtieron el secuestro de Patty en un chantaje a las autoridades y a sus
padres, que debían cumplir una condición cada uno: liberar a dos militantes del
SLA presos en San Quintín y entregar “una cesta con comida de calidad por valor
de 70 dólares” a todos los californianos pobres.
Lo de los reclusos ni se tomaron
la molestia de valorarlo. Sin embargo, las crónicas de la época cuentan que el
padre de Patty gastó millones de dólares en alimentos que repartió por la Bahía
de San Francisco.
No obstante, la comida no fue de
la calidad deseada por los secuestradores, ellos habían pedido pavo, jugo de tomate
y latas de carne superior entre otras viandas, pero Paty no apareció en la
fecha acordada.
Pasaban las semanas y el
secuestro se dilataba hasta que, un par de meses después de su rapto, Patricia
comunicaba a través de una cinta casette que formaba parte del grupo terrorista
y que estaba dispuesta a “quedarse y pelear”. También aprovechaba la ocasión
para pedir que no la llamaran más por su nombre, que ahora prefería responder
al de Tania, en recuerdo y honor a otra sediciosa célebre, la compañera sentimental
del Ché Guevara, Tamara Bunke, alias “Tania”.
Poco después, el 5 de abril de
1974, fue fotografiada con un rifle de asalto durante el atraco de una de las
sucursales del banco Hibernia.
Pasaron los meses y el rapto, llegó
a formar parte de la vida diaria de los estadounidenses. Detenían jóvenes que
se le parecían, aseguraban haberla visto en lugares como Honduras o Hong Kong,
cada dos por tres se cubría un asalto policial en el que ella podía caer...
Más de año y medio después de su
secuestro, el 18 de septiembre de 1975 fue arrestada por fin. Patricia siguió
sorprendiendo a autoridades y allegados
Cuando, en la ficha carcelaria le preguntaron
su profesión omitió el hecho de que en los tiempos de el de la guitarra y el
campus había obtenido una brillante licenciatura en Zoología y aseguró que ella
era “guerrillera urbana”.
Ni que decir tiene, que, en 1976,
el Síndrome de Estocolmo apenas se conocía, había surgido tres años antes en un
lejano país escandinavo, también con un idilio entre secuestrada y secuestrador
y los abogados no convencieron al tribunal. Así que Patricia escuchó una
sentencia de 35 años. Luego una de 10. Y finalmente solo cumplió 22 meses
gracias a una amnistía que concedió el presidente Jimmy Carter y siendo
indultada definitivamente por Bill Clinton en los noventa.
Algunos medios contaron que en la
cárcel se enamoró de un guardia, no se sabe, ella apenas da entrevistas. Lo que
sí ocurrió es que tan solo 24 horas después de salir de prisión se enamoró del
guardaespaldas que le puso su familia. Se casó con él enseguida y tuvo hijos.:
la de la niña rica que lo ha vivido todo, incluso un amor revolucionario con
pistolas, cárcel y cámaras
Patricia Hearst, la heredera
multimillonaria que se enamoró de sus captores, delinquió por ellos e hizo
conocido en el mundo entero el Síndrome de Estocolmo.
Patty Hearst ,ahora viuda, madre de dos hijas. Dedica su vida a trabajar en instituciones benéficas. También publicó algunos libros de memorias y en la cría de perros. Así mismo se centró en el cine alternativo, participó en diversas películas y trabajó ocasionalmente con el director John Waters.
https://es.wikipedia.org/wiki/Patty_Hearst
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