No
es la primera vez, ni será la última, que nos hacemos ciertas preguntas
¿Sería
la especie humana capaz de colonizar un nuevo planeta?
¿Podríamos
conquistarlo? ¿Podría un puñado de personas, los primeros colonos, convivir en
un hábitat cerrado y hermético, trabajando juntos para sobrevivir y prosperar?
Olvidemos las dificultades de encontrarlo y
llegar hasta él. Quizá esa fuese la parte más fácil del camino
Estas
preguntas necesitarán, antes o después, sus correspondientes respuestas, para
la exploración espacial
Así
que hablaremos de uno de los famosos experimentos realizados hasta hoy,
realizado en los años 90, no obtuvo mucho éxito, pero no tuvo un final infeliz
Se
llamó Biosfera 2, fue espectacular y polémico y terminó, casi literalmente, a
tortas. Fue el mayor ecosistema cerrado
jamás construido, todo motivado porque los creadores de este experimento,
estaban eufóricos por la llegada a la luna
Así
que como se había llegado hasta allí, se podría llegar a Marte o a otro cuerpo
de Sistema Solar. Con todo lo necesario
viajan hasta el pie de las montañas de Santa Catalina- Arizona. Ocupan más de una hectárea y crean un
edificio parecido a un invernadero
Se
trataba de una estructura hermética construida en acero y cristal en el que se
introdujeron algunos de los ecosistemas más representativos de la Tierra: una
selva, un océano, un desierto, un manglar, una sábana... Además de 2.500 metros
de tierras cultivables y dependencias para la vida humana, como dormitorios y
oficinas. En definitiva, todo lo que sería necesario saber en caso de querer
llevar nuestra vida a otro planeta.
El
proyecto fue puesto en marcha por la compañía Empresas de la biosfera espacial
y los 150 millones de dólares de financiación fueron donados altruistamente por
el multimillonario del petróleo Edward Bass.
Dicha
estructura debía de aguantar los cambios de volumen del aire al calentarse y
enfriarse, amén de potentes aparatos de refrigeración que mantenían la
temperatura controlada según las necesidades de cada ecosistema (consumiendo
por el camino una gran cantidad de energía).
Allí
dentro, en septiembre de 1991 ocho tripulantes se adentraron en Biosfera 2
(Biosfera 1 sería la propia Tierra) y cerraron la puerta tras ellos, para pasar
dos años, investigando todo lo necesario para que dicho experimento fuese un
éxito: cultivando alimentos analizando la evolución química del aire y del agua
Sin
olvidar sus estados físicos, estando sometidos a una observación desde el
exterior de todo lo que sucedía, entre ellos su estado físico y psicológico
Y
todo comenzó y comenzaron los problemas: poca comida, poco oxígeno, y aunque
lograron cosechar entre otros: plátanos, cacahuetes y batatas, la sensación de
hambre la tenían durante las veinticuatro horas del día. No olvidemos que allí
vivían ocho personas, cuya vida de sedentaria, tenía muy poco
Los
niveles de oxígeno también fueron un problema. Debido a que fue un periodo de
tiempo inusualmente nublado para la región, las plantas del interior de
Biosfera 2 redujeron su actividad fotosintética. A esto se unió que el suelo
enriquecido para los cultivos estaba sobrepoblado de bacterias que también
consumían oxígeno.
Así
que, pasados unos meses, la cantidad de oxígeno dentro del hábitat era
equivalente al de una altura de más de 4.000 metros de altura. La situación se
volvió crítica y Roy Waldorf, el médico el grupo, tuvo que pedir en dos
ocasiones una inyección de oxígeno adicional. Problemas alimentarios y respiratorios,
pero, sobre todo, muchos, muchos problemas personales.
También
los ecosistemas y sus componentes tuvieron algunos problemas: los peces morían
en masa, lo que atascaba los sistemas de filtrado de aguas; unos niveles de
condensación inesperados hicieron del desierto un entorno excesivamente húmedo
Tras
un periodo de transición de seis meses, en marzo de 1994 entraban las
siguientes cobayas . se trataba de cinco hombres y dos mujeres, y todos irían
siendo sustituidos a intervalos desiguales, mientras que los ocho primeros
" habitantes" salieron en 1993, mientras que los recién llegados
estaban a la greña desde el primer momento
El 6 de septiembre se daba por concluida la
segunda misión, que fue también la última. Cuando terminó el espectáculo comenzó
la ciencia El mundo se hizo eco del polémico final de Biosfera 2. Pero lo
cierto es que aquello no fue el final. De hecho, terminadas las dos misiones y
apagados los focos mediáticos, comenzó la ciencia de verdad.
Tras
cambiar de manos en varias ocasiones, en 2007 la Universidad de Arizona se hizo
cargo de las instalaciones, que se convirtieron en un centro de investigación
abierto. Se trataba de un entorno único para estudiar cuestiones como la
ecología, la conservación y el cambio climático. ¿Por qué desaprovecharlo?
Pero
además se ha convertido en una atracción científico-turística, que visitan
miles de curiosos cada año, y no menos estudiantes de colegios e institutos.
Atraídos en principio por la peculiaridad del lugar y su controvertida
historia, no son pocos los que quedan enganchados tras una charla con el
personal científico que allí trabaja. Se busca despertar vocaciones científicas
entre los más jóvenes, y, a 20 dólares la entrada general, de paso recaudar
fondos para mantener el impresionante complejo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Biosfera_2
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/de/Biosphere_2_Habitat_%26_Lung_2009-05-10.jpg
https://i.blogs.es/bd0df5/biosphere2_inside_big-2/450_1000.jpg
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