Rara
es la mitología, que no hable de féminas, maléficas con aspecto de bruja, cuyas
cuevas o casas están en los valles donde en algunos casos no entran ni los
rayos del sol con diferentes apelativos: Baba Yaga en Granada- Encorujá en las Hurdes
(Cáceres) – Meigas en -Galicia - Tía Casca en Aragón - Cernégula en Castilla y
León- Sort en Cataluña, entre otras.
En
esta ocasión nos quedaremos en las Hurdes que es una comarca histórica y
natural española situada en el norte de la provincia de Cáceres, en
Extremadura. No está constituida como comarca administrativa, si bien una serie
de municipios de la zona han formado la mancomunidad de las Hurdes.
Pues
bien, a las Encorujá, no les hacía mucha gracia que se las vea. Por las noches
entran en los hogares transformándose en puntos de luz
Las
bromas que gastan a los humanos, para los humanos no son nada graciosas, pues
tienen la inclinación de secuestrar a los bebés de sus cunitas, y trasportarlos
a otros sitios.
La
agonía comienza cuando los padres se dan cuenta de que sus hijos ya no están en
sus cunas. Como locos salen en su búsqueda, para aparecer en el lugar menos pensado:
En casas abandonadas, en un corral, en casa de alguna vecina o en lo alto de
algún monte.
Los
padres regresan a sus casas con la firme convicción, de que, ya que los
infantes no pueden desplazarse por sí mismos, solo puede ser obra de la
Encorujá
Aunque
no se pierdan de lo que son capaces de hacer a los adultos, oprimirles el pecho
una vez que se hayan dormido, con el consiguiente susto y dolor y sin descubrir
al causante puesto que gracias a que desaparece con la velocidad de un rayo es
imposible cogerla
Fuente texto: http://es.mitologiaiberica.wikia.com
https://labibliotecadelmiedo.files.wordpress.com/2017/09/la-encorujc3a1.
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https://www.extremaduramisteriosa.com/sites/default/files/styles/image223x204/public/buha_orellana.jpg?itok=1AArh3A6