Hasta el siglo XVIII, parte de los Estados Unidos de
Norteamérica era parte del Imperio español, incluyendo las Montañas Rocosas,
Montana, Dakota e incluso Alaska, donde hacía frontera con Rusia.
Los grandes territorios de México y California, Florida
y Texas constituían rutas comerciales terrestres similares a la marítima del
Galeón de Manila. España, como potencia naval de la época, debía proteger sus
puertos, costas, y asegurar las vías comerciales.
Tuvo que caer en mis manos , un artículo que me llamó
la atención , sobre unos soldados llamados Dragones de Cuera. Que como suele
pasar, ese extraño tupido velo del
olvido, de la Historia se dedica a taparles de tal manera que se vuelven
invisibles , y eso que estos soldados dominaron el suroeste de Norteamérica y
dejaron su rico legado en los actuales Estados Unidos.
Uno se puede imaginar a esos soldados patrullando sobre
sus caballos con largos abrigos, sin mangas , que tenían hasta
siete capas de cuero resistentes
a las flechas . En sus cabezas un sombrero de ala ancha, tapando sus piernas
,pantalones de cuero y sus pies , con botas robustas, preparando a los dragones
para el clima extremo y el terreno accidentado.
Aquellos soldados eran unidades de caballería ligeras
del ejército español, diseñadas específicamente para la defensa y el patrullaje
de los extensos y peligrosos territorios de la Nueva España, dispersos a lo
largo de una frontera que se extendía desde las actuales Texas, Arizona y
California, hasta partes de Nevada y Kansas, cubriendo algunos de los terrenos
más hostiles de América del Norte.
Su presencia era
vital para proteger las rutas comerciales, misiones y asentamientos españoles
contra incursiones y revueltas.
Su historia, entrelazada entre desafíos y hazañas, manifiesta
la diversidad y el alcance de la expansión española en un continente tejido de
riquezas y conflictos. Gracias a su relato , el pasado se hace presente para
decirnos que también hubo presencia española.
Sus armas eran distintas a las del ejército regular español: ligeras y pesadas que incluían lanzas, escudos
de cuero, espadas anchas adaptadas al combate cuerpo a cuerpo y carabinas para
ataques a distancia.
Y como en cualquier ejército, en este caso ser Dragón de
cuera , existían ciertos requisitos, entre ellos se requería un fuerte compromiso de honor, vital
para la supervivencia y efectividad en las duras fronteras de la Nueva España.
Sin olvidar , que aquellos que quisieran pertenecer a los Dragones de cuera , deberían de haber cumplido los 16 años , una estatura mínima de 150 cm, estar sanos, ser católicos y libres de pecados graves.
Como el reclutamiento de los dragones de cuera era
voluntario, aquello parecía la torre de Babel , pues se juntaban españoles, criollos, mestizos,
indios hispanizados y esclavos liberados, reflejo de la diversidad cultural de
los territorios que patrullaban.
Esta diversidad
no solo fortalecía su capacidad de adaptación y supervivencia en ambientes
variados, sino que también fomentaba una rica interacción cultural dentro de
las unidades, crucial para su éxito en las fronteras del Imperio español. Como
su papel central en la gestión y a veces en la confrontación con tribus nativas
como los apaches y los comanches,
Que representaban constantes desafíos para la expansión
y seguridad de los asentamientos españoles. Estas interrelaciones fluctuaban entre la diplomacia y el conflicto
armado, siendo la caballería y las habilidades de los dragones cruciales en
ambos escenarios.
En 1779 150
Dragones de cuera, liderados por el gobernador Juan Bautista de Anza emboscaron a Cuerno Verde y a sus guerreros en un ataque sorpresa contra
el líder comanche. Dicho enfrentamiento, que culminó con la muerte de Cuerno
Verde, marcó un punto de inflexión en las relaciones, llevando a tratados de
paz que estabilizarían temporalmente la región.
Esta victoria no solo consolidó la presencia española
en el territorio, sino que también demostró la habilidad estratégica y el valor
de los dragones de cuera en las complejas dinámicas de la frontera
norteamericana.
En el año 1821 México consigue su independencia, con lo
que el control de los territorios
patrullados por los dragones de cuera pasó de España a México, y posteriormente
a Estados Unidos tras la guerra mexicano-americana.
Por lo que , aquel cambio de poder consiguió que no se recordase a
los dragones en el relato histórico, oscurecido por figuras más prominentes en
la historia de Estados Unidos.
A menudo apartados
en los relatos populares, el legado de los dragones de cuera como guardianes tempranos
de turbulentos territorios es un apunte de la rica y compleja historia de la
presencia española en América del Norte.
Hacer memoria de estos soldados engrandece nuestro
conocimiento del pasado y nos ayuda a valorar la diversidad y la complejidad de
los procesos históricos que han formado la nación.
https://es.wikipedia.org/wiki/Soldado_de_cuera
De Raymundus à Murillo -
fascicule Del-Prado Osprey, l'histoire de la cavalerie, la cavalerie de la
Nouvelle-Espagne, Dominio público,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4213057